Ante el inicio de la quiebra del sistema financiero con la caída de Lehman Brothers el día 15 de Septiembre del 2008, Satoshi Nakamoto un mes y medio más tarde de ese mismo año hizo público su whitepaper en el que describía el lanzamiento de una moneda virtual: el Bitcoin.
El Bitcoin se fundamenta básicamente por la emisión limitada de moneda (21 millones de Bitcoins), contraria a las políticas monetarias expansivas de los diferentes Bancos Centrales que no hacen más que originar inflación con la consiguiente pérdida de poder adquisitivo de los ahorradores.
El hecho de poder lanzar una moneda descentralizada al margen de Estados y Bancos Centrales como es el Bitcoin, sin necesidad de intermediarios (Bancos), y sustituyendo la confianza que nos proporcionaban éstos en el intercambio de dinero, tiene un nombre, TECNOLOGÍA BLOCKCHAIN.
Esta tecnología que fue inventada a principios de los 90 y que se utilizó en temas militares inicialmente, es actualmente una de las tecnologías más disruptivas, ya que elimina muchos de los intermediarios existentes hoy en día, además de modificar la manera de trabajar en los diferentes sectores de la economía.
La tecnología blockchain permite gestionar una base de datos de manera descentralizada, sin errores, eficientemente, y de manera transparente. Lo revolucionario de dicha tecnología es la descentralización, permitiendo que los registros de información, intercambio de dinero, o el uso que se le dé a dicha base de datos, no sea validada y ejecutada por una institución central de confianza, sino por todos los usuarios de la red que disponen de dicha base de datos y validan todas las transacciones. Además en base a la criptografía la validación de la base de datos es totalmente fiable y al margen de hackeos.
Existen tres tipos de redes blockchain: públicas (sobre las que se desarrolla el mundo Crypto), privadas (más utilizadas por empresas privadas e instituciones públicas) y de consorcio (más utilizadas en aquellos casos en que es necesario compartir la información de varias redes).
Cuando Satoshi Nakamoto lanzó el Bitcoin como moneda virtual utilizando dicha tecnología, jamás pensó que a raíz de ello fuera a desarrollarse en multitud de aplicaciones. Por nombrar algunas de ellas:
- Seguimiento de la cadena de suministros y prueba de procedencia (desde la primera materia prima hasta llegar a la compañía que ensambla o comercializa el producto final). Permite la trazabilidad en todo el proceso de producción.
- Ejecución de Contratos Inteligentes que no son más que pequeños programas informáticos que ejecutan una transacción en caso de producirse ciertos hechos (Si ocurre esto entonces ejecutamos lo siguiente sin necesidad de intermediarios). Son de aplicación en prácticamente todos los sectores de la economía.
- Registro y Verificación de Datos. De gran aplicabilidad en Gobiernos e instituciones Públicas.
- Servicios de Notaría.
- Aplicaciones en el sector Seguros.
- Obras Públicas
- Tokenización de Activos.
- Gestión del dinero de las ONG.
Y la lista podría seguir y seguir. Sin embargo un sector no mencionado y que será quizás sea el más revolucionado, es el sector financiero, donde el flujo de dinero, el traspaso y liquidación de activos financieros, la custodia, los corporate actions, y un sinfín de servicios, van a verse afectados mediante la eliminación de las cámaras de compensación, los sistemas de liquidación (tipo euroclear), los custodios como los conocemos hoy en día, y la gran mayoría de servicios financieros que serán ofrecidos por compañías más pequeñas, más flexibles, más eficientes, a un coste menor para el usuario, y cuyas transacciones se ejecutarán en segundos y no en días (DEFI o finanzas descentralizadas).
En definitiva la Tecnología Blockchain afectará prácticamente a todos los sectores de la economía, eliminando muchos intermediarios, y proporcionando un menor coste del servicio para el usuario, además de una mayor transparencia en las transacciones eliminando parte de la corrupción en ciertas actividades.
Satoshi nunca pensó el éxito que iba a tener su moneda digital, y mucho menos que fuera a ser el artífice del renacimiento de una tecnología como Blockchain, nacida en los años 90 con fines militares, y que ha supuesto a día de hoy toda una revolución en muchos de los sectores de nuestra economía.