A nadie se le escapa que el actual sistema monetario internacional está en crisis. El abandono del patrón oro en 1971 hizo posible el uso del sistema bancario como un medio de expansión ilimitado del crédito. Con la ausencia del patrón oro llegó la pérdida del poder adquisitivo de nuestro dinero Fiat.
Las políticas de los Gobiernos ligadas al Estado de Bienestar con emisiones de deuda y aumento de déficits públicos continuos, impulsados a través de los Bancos Centrales, han llevado aparejados pérdidas importantes de nuestro poder adquisitivo. Un dólar de 1971 equivale a fecha de hoy a 13 centavos, un 87% de pérdida de valor (ver gráfico 1 y 2).
¿Qué alternativas tenemos?
La primera que debemos barajar es la tenencia de oro. El oro ha sido siempre un activo refugio que ha permitido mantener con éxito el poder adquisitivo de nuestro dinero (ver gráfico). La razón se debe por un lado a su oferta finita, y por otro lado al valor intrínseco atribuido durante siglos por ser un medio de pago válido ante cualquier situación por muy inestable que fuera.
Adicionalmente al oro, ¿hay otras alternativas?
Posiblemente el Bitcoin. El Bitcoin en mi opinión no debiera ser considerado a todos los efectos una moneda como tal, de igual manera que el oro no lo es. Cualquier moneda para ser considera dinero debiera cumplir tres propiedades:
- Ser utilizada como medio de pago
- Ser una unidad de cuenta
- Ser un depósito de valor.
El Bitcoin será difícil que pueda cumplir con éxito las dos primeras. Su limitada emisión (21 MM) y su valor (30,350 USD actualmente), hacen difícil que sea universalmente utilizado en pequeñas transacciones comerciales, al igual que se hace complejo su uso como unidad de cuenta con un sinfín de decimales.
Sin embargo es en el tercer aspecto donde reside su verdadero valor intrínseco: Reserva de Valor. Presenta ciertas similitudes con el oro, y de ahí que ciertos inversores lo denominen el oro digital (ver gráfico), aunque es importante guardar ciertas distancias entre ambos, ya que el oro tiene varios siglos de existencia y el Bitcoin escasamente 15 años de vida.
¿Qué hace atractivo al Bitcoin?
Básicamente varios aspectos:
- Su limitada emisión (21 MM) lo hace inflacionario al contrario de las monedas Fiat que son deflacionarias.
- Estar gestionado de manera descentralizada sin la intervención de ningún entidad o Gobierno central. Su gestión a través de un algoritmo imposibilita la manipulación por parte de nadie y menos con fines políticos.
- Al ser descentralizado es inembargable lo que evita la tentación de ciertos Gobiernos de cometer abusos.
- Es digital y fácil de operar al igual que lo son las CBDCs emitidas por los Bancos Centrales.
Por el contrario presenta una gran desventaja hasta la fecha: su elevada volatilidad. Un activo que aspira a ser Reserva de Valor debe ser estable en el tiempo en su cotización.
Sin embargo, y a pesar de todo ello y de lo acontecido en el mundo Crypto durante el último año, cada vez son más el número de inversores que confían en él, ocupando hoy el décimo lugar en el mundo por capitalización bursátil con casi 590,000 MM de USD (representando un 47% de todo el ecosistema Crypto).
¿Será el Bitcoin la alternativa esperada?
Todavía es pronto para saberlo pero lo que es un hecho es que se hace indispensable la existencia de una moneda alternativa emitida al margen de cualquier Gobierno o institución central (sea o no el Bitcoin), que permita poder mantener el poder adquisitivo de nuestro dinero. Acabar con el monopolio de los Gobiernos en esta faceta es algo sano, y además de generar competencia, proporciona al ciudadano una alternativa más, transmitiendo cierta presión a Gobiernos e Instituciones, al no contar ya con un cliente cautivo.
¿Y respecto a las recientes alzas en Bitcoin?
Aquí tienen una valoración técnica vía podcast