“La arquitectura es una música de piedras y la música una arquitectura de sonidos» (Ludwig van Beethoven)
Si analizamos la actual situación de la economía mundial y la de los distintos mercados financieros, y su previsible evolución para los próximos meses, e hiciéramos un símil en términos de movimiento musical, podríamos decir que la economía global se sitúa en estos instantes en un tempo adagio acelerando (velocidad lenta pero con perspectivas de mejora en los próximos meses) pero, en cambio, los activos de riesgo –sobre todo las bolsas- están más bien en una situación de Allegro Crescendo. Es decir, que se mueven a un ritmo de cierta velocidad, muy a pesar de los “abonados al discurso de lo apocalíptico”, y con bastante posibilidad de que siga habiendo mercados de acciones que de cara a 2020 puedan seguir haciéndolo bien y, en consecuencia, aporten valor a las carteras de aquellos inversores dispuestos a asumir algo más de riesgo con sus patrimonios financieros.
Alguien en una ocasión señalaba que la peor decisión es la indecisión y, estando totalmente de acuerdo con la anterior reflexión, quizás iría un poco más allá pues creo que la peor decisión financiera adoptada durante este año ha sido, sin dudarlo, el hecho de que más de un inversor se haya mantenido al margen de los mercados de renta variable en uno de los mejores ejercicios de los últimos años.
En este sentido, y a tenor de la enorme cantidad de dinero que ha salido este año de los activos de renta variable, muchos inversores han preferido centrarse en los múltiples “ruidos” políticos y económicos y seguir a los “profetas del miedo” sin prestar atención a los diferentes pilares que sustentaban, y que en mi opinión siguen haciéndolo, a las subidas en el precio de muchos activos de riesgo.
La música continúa sonando y no hay peor ciego que quien no quiere ver u sordo que no desea oír y escuchar. Así, uno puede lamentarse por todas aquellas cosas que están fuera de nuestro control o, en cambio, aceptarlas y tratar de aprovecharlas. En este sentido, y ya de cara a este mes de diciembre e inicio de 2020, ¿qué estrategia y táctica de inversión sugerimos seguir?.
Lo primero de todo es definir el escenario económico y político base/central sobre el que vamos a trabajar:
- En primer lugar, pensamos que el crecimiento económico mundial será aún bajo y sostenido por el consumo. Sin embargo, creemos que quizás sea algo superior al que hemos visto en el presente 2019. En este sentido, será clave ver cierto “despertar” en algunas economías europeas y, sobre todo, un mejor comportamiento de algunas economías emergentes.
- En segundo lugar, debemos asumir que las tensiones geopolíticas son una nueva normal. Creo que estas tensiones seguirán en el tiempo y van a ser un “quebradero de cabeza” para todos, principalmente en lo referido a materia comercial o en lograr ver una solución ordenada al eterno Todas estas tensiones generan inquietud y falta de visibilidad sobre la economía y el resultado de las empresas. Pero pensamos que son temas que pueden afectar más a las posiciones tácticas del corto plazo y menos en la estrategia de medio plazo pues por mucha tensión que se genere, aunque a veces uno pueda pensar que las negociaciones están a punto de romperse, en los grandes temas geopolíticos y económicos las partes están condenadas a entenderse. Un ejemplo podemos verlo en el tema “arancelario”. En este sentido, debemos entender que Trump es un negociador y que puede caer mejor o peor. Pero lo que es innegable es que, más allá de los efectos negativos que puedan tener sus “tuits” y sus puestas de escena, la economía y los mercados financieros son su mejor baza para ser reelegido como presidente de Estados Unidos a finales del próximo año. Por ello, y a pesar de que en muchas ocasiones juega a una absoluta política de desconcierto y de confusión, no creemos que vaya a adoptar decisiones extremas que puedan perjudicarle políticamente. Las tensiones políticas pueden ralentizar el crecimiento económico…pero no creemos que vayan a suponer un estancamiento de la economía mundial ni que ésta entre en una recesión de forma inminente.
- En tercer lugar, creemos que los principales bancos centrales del mundo van a seguir apoyando a los diferentes mercados financieros manteniendo sus políticas monetarias acomodaticias. De hecho, mientras las tensiones políticas se mantengan, la producción industrial no repunte, o haya ciertos problemas de tensiones de liquidez en algunos activos financieros, los bancos centrales continuarán con “la red de protección” abierta.
Para entenderlo basta con ver lo que sucedió en 2018. Las subidas de tipos de interés por parte de la FED y su intención de no parar de subirlos supuso un mercado de acciones volátil y de fuertes caídas como puede ver en el siguiente gráfico:
S&P 500 (Fuente: Yahoo)
Peor recordemos las subidas de tipos de interés que hizo la FED…situación bien diferente a lo sucedido en este ejercicio. Baste con ver también este otro gráfico.
Tipos de interés EEUU
En definitiva, creemos que las grandes Instituciones Monetarias no van a descarrilar el comportamiento positivo ni de la economía mundial ni de los mercados financieros. No obstante hay un escenario de “cola” menos probable y es el hecho que la economía mundial coja más velocidad, crezca más, y lo haga con algo de inflación. En ese caso, en ese escenario al que damos menos probabilidad que suceda, algún banco central se vería abocado a subir tipos o retirar medidas de estímulo monetario menos convencional con el consiguiente efecto sobre los mercados de capitales.
- Un cuarto factor es la posibilidad que se aprueben medidas fiscales expansivas en la eurozona, como forma de estimular su economía. De producirse, atentos no sólo a los efectos sobre el crecimiento económico de la zona Euro sino también sobre los tipos de interés y, en consecuencia, sobre los mercados de deuda y los de bolsa…sobre todo por estilos de gestión.
Miren el siguiente gráfico y comprenderán cómo un repunte en la rentabilidad del bono a 10 años alemán tiene su efecto sobre el comportamiento de unos estilo de bolsa frente a otros. Gráfico gentileza de la gestora Candriam.
Bund vs (value/growth)
Por todo ello, ¿qué aconsejamos hacer?:
- Gestionar bien nuestras emociones. No dejarnos llevar por impulsos y actuar con sentido común.
- Tener siempre presentes nuestros objetivos de inversión, plazos de la cartera y perfil de riesgo.
- Ser conscientes que un año tan bueno en renta fija, como éste, es muy difícil que se repita en 2020 y que, por tanto, habrá que andarse con cuidado y siempre de la mano de gestores globales y que hagan una gestión activa y flexible de calidad con sus carteras.
- Que en bolsa hay valor pero asumiendo que es posible que los retornos que al final se consigan tampoco serán tan espectaculares como los conseguidos este año, y que la volatilidad puede ser también más elevada que en 2019. Pero, salvo que al final no se de ese escenario central que señalaba anteriormente, hay partido aún y, por lo tanto, mercados y sectores que nos puedan ofrecer interesantes oportunidades de inversión.
Además, hay que pensar que como la subida en bolsa de este año es una de las más odiadas por ahorradores e inversores, por habérsela perdido, queda aún mucho dinero con una nula rentabilidad, o rentabilidad negativa, que podría ser munición que sostuviera a los mercados de acciones a poco que una parte del mismo se dirigiera a la renta variable.
En consecuencia, a nivel estratégico y táctico, aconsejamos lo siguiente:
- La inversión en activos de renta fija no debería ser muy elevada en el conjunto de las carteras y, como decía anteriormente, asumiendo retornos más bajos que los logrados en este 2019. ES complicado encontrar valor en mercados de deuda. Sin embargo, nos apoyaríamos en:
- Deuda privada subordinada europea emitida por empresas bancarias y de seguros consideradas estratégicas por las Instituciones políticas y monetarias europeas.
- Fondos de renta fija global con una gestión activa y flexible de la cartera tanto por calidad de los emisores como por posicionamiento sobre la curva de tipos de interés.
- Deuda emergente.
- Deuda de estados Unidos como elemento descorrelacionador en caso de darse entornos risk-off.
- Fondos de retornos absolutos sencillos, globales y centrados, sobre todo, tanto en estrategias global macro como en operaciones de fusión y adquisición entre empresas…pero amistosas.
- Renta variable en una posición neutral, para el perfil de riesgo de cada inversor, y apoyándose en la que llamamos “la triple A” como apuntamos en anteriores artículos. Es decir, América (Estados Unidos); Alemania y Asia. Junto con estos mercados nos siguen gustando determinados fondos temáticos y, por supuesto, fondos que inviertan en empresas de dividendo sostenible europeas (donde se incluyan Reino Unido) por la oportunidad que existe desde hace tiempo frente a invertir en activos de nula o negativa rentabilidad.
Centrándonos ahora en cada una de las carteras modelo a las que nos referimos cada mes, ¿sugerimos efectuar algún ajuste en las mismas de cara al presente mes de noviembre?.
En el caso del perfil CONSERVADOR proponemos un único cambio y es el de incluir el fondo Credit Suisse Renta Fija 0-5 en cartera (idea del mes de diciembre) reduciendo el peso de la liquidez en cartera.
De esta forma, la cartera modelo para este perfil quedaría estructurada de esta forma:
- 5% en fondos de deuda europea de muy corto plazo y con muy baja comisión de gestión, algo fundamental en estos instantes.
- Un 30% en fondos de renta fija flexible.
- 27% en fondos con vocación de retorno absoluto.
- 28% en mixtos de bolsa de perfil patrimonialista.
- En torno al 10% en fondos de bolsa internacional orientados a buenas compañías y que tengan una atractiva y sostenible rentabilidad por dividendo.
En cuanto a la cartera modelo de perfil AGRESIVO, y de cara a las próximas semanas, no aconsejamos llevar a cabo ningún ajuste sobre la misma pues la estructura de esta cartera ya se ciñe a la estrategia que hemos señalado anteriormente.
De esta manera, la cartera modelo de este perfil agresivo quedaría integrada de esta forma:
- 10% en fondos de renta fija flexible.
- 20% en fondos con vocación de retorno absoluto.
- 10% en fondos mixtos de renta variable.
- 60% en fondos “puros” de bolsa en los que seguiremos la política de apostar por las tres A (Estados Unidos; Alemania y Asia).
(*) Reiteramos que el tipo y clase de fondo de inversión que podamos proponer para Vd. (renta fija, mixtos, bolsa…) siempre dependerá de cuál sea su perfil de riesgo, del horizonte temporal de sus inversiones y, por supuesto, de la coyuntura económica y financiera que se dé en cada momento. Una cartera asesorada por nosotros en Luna Sevilla Asesores Patrimoniales seguirá siempre las líneas generales descritas anteriormente, pero siendo totalmente personalizadas y, por lo tanto, tendrán en cuenta en todo instante sus propias singularidades y, lo que es más importante, cada vez que cambie el entorno de los mercados o sus necesidades, nos adaptaremos a dichos cambios.
No querría terminar este artículo sin desearles, desde Luna Sevilla Asesores Patrimoniales, que pasen unas muy felices fiestas de Navidad. Celebren estas fechas tan entrañables con familiares y amigos y esperamos que, gracias a los consejos dados, cuenten con un dinero “extra” de cara a poder disfrutarlas con un poco más de felicidad y holgura.
Asimismo, y como en su día el escritor inglés Gilbert Keith Chesterton señalara, les pedimos que todos seamos cada vez más agradecidos con los que nos llenan de regalos nuestros calcetines. Regalos de sonrisas, de paz, de ilusión, de amor, de esperanza… Pero, permítanme, no olvidemos agradecer a Dios que llenara nuestros calcetines con nuestros pies.
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