Seguro que lo han oído en muchas ocasiones. «A perro flaco todo son pulgas«. Refrán que, a tenor de lo visto en los últimos tiempos, se puede aplicar al mercado bursátil español.
Se suele utilizar dicho refrán para referirnos a quien encadena desgracia tras desgracia sin que logre romper la espiral de fatalismo en la que se ha instalado su vida. Ya saben, si un mes atraviesan dificultades en sus finanzas personales, no lo duden, la lavadora se estropeará, el microondas dejará de calentar y a lo peor hasta el coche empieza a darle problemas. Tendrá suerte si su pareja no le abandona en esa misma etapa de su vida…
Ironías aparte, y centrándonos en el asunto al que nos referimos en este artículo, el mercado español de renta variable se ha quedado claramente fuera de la subida del último mes que han protagonizado otros mercados internacionales. No hablamos ya de los “cohetes” de EEUU o Japón, como diría nuestro amigo Joan Cabrero. Incluso dentro de Europa, el retraso relativo del mercado español en la subida del último mes ha sido escandaloso (véase chart inferior). La utilización del refrán no viene por habernos quedado al margen de buena parte de la subida, no. Viene porque no sólo no hemos participado de la fiesta alcista, sino que ahora somos los primeros en experimentar los síntomas de la resaca, liderando la corrección.
Esta circunstancia no es novedosa, viene de atrás. Fijense en el chart de largo plazo. Hasta 2010, elevada correlación en la evolución bursátil de índices como Dax ( Alemania), S&P500 (EE.UU.) e Ibex 35 (España). A partir de entonces, cada uno por un lado. O mejor dicho, España empieza a ir por libre.
Hay muchas razones que podríamos esgrimir desde un punto de vista económico o empresarial para justificar tan dispar evolución. De todas ellas, me quedo con una suficientemente elocuente. Evolución de la tasa de Paro en España y Alemania en los últimos diez años. Viendo ambas series, qué quieren que les diga, lo raro sería que hubieramos tenido la misma evolución bursátil…