Una vez finalizado el mes de noviembre y después de haber esperado a la cumbre del G20, volvemos apreciar una situación que mejora, pero no termina de convencer.
Por un lado, tenemos la “tregua” entre EE.UU. y China que por el momento calma un poco la situación, pero con la incertidumbre de si finalmente avanzarán en los próximos 90 días hasta llegar a un acuerdo, que de no concretarse podría ser peor el remedio que la enfermedad. Aun así, confiamos en esos 90 días, o por lo menos lo que queda de mes para entrar.
Por otro lado, aparece el fantasma de la inversión de la curva de tipos en EE.UU. Hoy la rentabilidad del bono a 5 años es menor que la rentabilidad de los bonos a 2 y 3 años y esto podría ser alarmante ya que la inversión de la curva de tipos podría anticipar una recesión, aunque por el momento sería pronto para confirmarlo.
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