Henry Kravis, uno de los principales socios de KKR.
En mi última intervención en el programa de Laura («Mercado Abierto» de Lunes a Viernes de 1530h a 1830h en Capital Radio) hablé de Mondelez, la empresa global de alimentación antes conocida como Kraft.
Durante mi intervención comenté que su cartera de marcas es impresionante: Oreos, Chips Ahoy!, Milka, Philadelphia…, y que muchas de estas marcas había pasado por numerosas manos y que los consumidores no nos damos cuenta de todas las operaciones corporativas que tienen como base productos que usamos diariamente
Para las personas que quieran saber más, este libro es imprescindible.
«Barbarians at the Gates» aguanta muy bien el paso del tiempo. A pesar de que se escribió hace más de 20 años, el libro describe perfectamente el mundo corporativo y empresarial. Sí, vale, ahora tenemos «smartphones» y cosas de ésas, pero al final del día todo se mueve por lo mismo: codicia, ego y bravado.
El libro trata de la lucha por RJR Nabisco, una auténtica máquina de generar dinero (3.000MnUSD de EBITDA ¡en 1988!) que languidecía en bolsa con un PER de menos de 10x debido a la unión «contra natura» de sus negocios: tabaco y alimentación. La cruzada legal antitabaco empezaba su apogeo y los inversores rehuían estos negocios, penalizando el negocio de alimentación.
En esta situación, el presidente ejecutivo de RJR Nabisco, Ross Johnson, se rinde a la tentación de capitanear una OPA de exclusión con la que hacerse inmensamente rico. Pero esta operación provoca que se plantee una subasta competitiva para la que no estaban preparados. Lo que sigue es una trama de acción y suspense con una veintena de personajes, algunos inolvidables.
¿Por qué es interesante el libro? No solo es una historia bien escrita, sino que se aprende mucho de cómo se gestionan DE VERDAD las empresas. Muchas veces las decisiones empresariales no son más que caprichos infantiles a los que se quiere «disfrazar» de operaciones de «creación de valor». Además de esto, el libro describe con detalle cómo trabajan los bancos de inversión: las largas horas, las numerosas conversaciones telefónicas, los analistas forzados a valorar algo para lo que tienen pocos datos… Si alguien quiere trabajar como banquero de inversión, lo primero que debe es leerse «Barbarians at the Gates». Aquí lo tienen.