En la década de los años 60 el barrio de Ipanema era uno de los más cosmopolitas y bohemios de Río de Janeiro. Fue precisamente allí donde nació la eterna “Garota de Ipanema” símbolo universal de la bossa nova. Esta canción de Vinícius de Morales y Antonio Carlos Jobim es una de las más interpretadas de la historia, hasta Frank Sinatra cayó rendido por esta melodía pegadiza y sugerente… ¿Le apetece escuchar a Sinatra?
Hoy junto con la samba y el fútbol es uno de los símbolos brasileños más reconocidos en todo el mundo. Pero no son los únicos ¿Conocen las Havaianas?
El destino quiso que ese mismo año, en 1962, comenzaran a venderse las chanclas más famosas del país, las Havaianas. En un primer momento, fueron pensadas como un zapato básico para el trabajo en las plantaciones y no tardaron en popularizarse entre las clases trabajadoras por su bajo precio. Al principio, eran muy sencillas, 100% de goma y con un mismo diseño: suela blanca y tiras azules. Era el calzado del pueblo. Actualmente, vende más de 200 millones de pares de sandalias al año.
A partir de los 90, consiguen superar sus humildes orígenes y sus fronteras. Pronto, se convirtieron en el complemento de moda perfecto gracias a una llamativa campaña de marketing y a los nuevos colores y modelos confeccionados por los diseñadores más conocidos del momento. Hoy, representan como nadie la comodidad, el diseño y el espíritu carioca con cada pisada.
En el año 2007, se establecen en EE.UU y en 2008, en Europa. Y desde entonces no les ha ido nada mal.
La compañía, que pertenece al Grupo Alpargatas (cotizado en la bolsa brasileña), camina con paso firme. Su crecimiento medio anual es del 15,6% en los últimos cinco años. Además, Havaianas espera seguir incrementando sus números en el siguiente trimestre del año. A pesar de un entorno adverso, la marca confía en el Mundial de Brasil para engordar sus ventas. Es precisamente de Brasil de donde procede la mayor parte de sus ingresos, por lo que, podrá beneficiarse del gran número de turistas que aterrice en el país estos días.
Los expertos confían en las expectativas de crecimiento futuro del grupo. Si en 2013 los ingresos superaron los 3.426 millones de reales, en 2014 la cifra podría superar los 4.000 millones y llegar hasta los 4.460 en 2015, según los analistas de Bloomberg. Se espera que su beneficio por acción aumenté hasta un 47% en 2015 con respecto al 2013 , y llegue a los 1,02 reales por título.
Su PER, el indicador que se usa para saber si una empresa está cara o barata, es de 13 veces y se sitúa por debajo del de muchos de sus competidores directos.
Mientras, Havaianas continúa «colonizando» el mundo con sus chanclas de colores. La firma, además, continúa introduciendo nuevos productos a su abanico comercial para que no le pille con el pie cambiado una posible saturación del mercado.
Este mismo mes de mayo, ha comenzado a vender ropa de baño. Con esta nueva iniciativa diversifica sus posibilidades. Tanto es así, que estima que el 10% de su facturación provenga en cinco años de estos nuevos productos. Y lo cierto es que el público continúa confiando en ellos. Es difícil ver a un brasileño sin sus chanclas de colores, no importa si es de los que cobra un salario mínimo, si vive o no en las favelas, si pertenece a la nueva clase media o si es rico y famoso. Se usan para ir a la playa, para trabajar y como nuevo complemento «casual». Los turistas hacen cola para aprovechar el cambio y el bajo coste de las chanclas del pueblo. Y aunque tiene competidores muy fuertes en el país, muchos son los que todavía caen rendidos a sus pies, tal y como en su día cayeron Vinícius de Morales y Antonio Carlos Jobim por la dulce y bronceada chica de Ipanema.
Olha que coisa mais linda, mais cheia de graça
É ela a menina que vem e que passa
Num doce balanço caminho do mar.
Moça do corpo dourado, do sol de Ipanema
O seu balançado é mais que um poema
é a coisa mais linda que eu já vi passar.