El endurecimiento de las condiciones financieras, por la subida de tipos de interés de mercado y aumento en los “spread” de la deuda corporativa; los anuncios de la paulatina retirada de estímulos monetarios por parte de los principales Bancos Centrales del mundo…sobre todo por parte de la FED; la negociación del Brexit; la situación política en Italia y su enfrentamiento por los presupuestos con sus socios de la Unión; la tan manida “guerra comercial”; las sobrevaloraciones en el sector tecnológico o las señales de inicio de cierta sincronización mundial hacia una desaceleración económica, han sido suficientes factores de inestabilidad que han llevado a vivir un mes de octubre bastante negativo para la mayoría de mercados de capitales, sobre todo los bursátiles.
Un mes teñido de rojo que ha supuesto que muchos ahorradores tengan la sensación de estar participando en una macabra partida de juego de la oca, por el continuo avance y retroceso de sus inversiones en función de la casilla que toque cada día, llevándoles a un cierto desencanto y desilusión por un año nada fácil.