A pesar de que los vientos han sido favorables a los distintos mercados de capitales en lo que llevamos de año, muchos inversores han preferido mantenerse al margen del rally vivido al estar únicamente concentrados en los “ruidos” que nos llegaban tanto del lado económico (pues los hay que, como en aquel famoso cuento, no dejan de gritar “¡que viene el lobo!…y en esta ocasión en forma de una inminente recesión económica), como del lado geopolítico.
Sin embargo, tras las fuertes caídas vividas el último trimestre de 2018 en los mercados de deuda y acciones, hemos asistido a una rápida recuperación en forma de V que, lamentablemente, no todos han sabido aprovechar salvo que estuvieran bien aconsejados y siguieran, por ejemplo, las indicaciones genéricas que he ido dando en los artículos de las carteras de fondos de cada mes.