Recientemente, y en el transcurso de una charla que daba sobre la estrategia recomendada de inversión para los próximos meses, utilizaba el mundo de los cuentos para explicar a los asistentes cómo veía el actual contexto económico, financiero y geopolítico mundial.
Haciendo un paralelismo con ese mundo de ensueños, vengo opinando que este año 2018 podríamos llegar a calificarlo como “el despertar de Alicia” que, tras haber disfrutado en el pasado de un mundo financiero de fantasía al que se le ha llegado a poner el nombre de “goldilocks” (o ricitos de oro), ha despertado en otro mucho más real y, en consecuencia, más incierto y mucho más volátil.