“No todas las tormentas vienen a perturbar nuestras vidas. Hay tormentas que vienen a despejar nuestro camino”.
La tormenta o borrasca Filomena, que a principio del presente mes de enero dejaba momentos de asombro y diversión… pero también de inquietud y preocupación por el hielo formado, nos debe invitar a una doble reflexión: la primera es que quizá sea un verdadero regalo divino ante tanta adversidad vivida y sufrida durante el pasado ejercicio. La segunda, la importancia de una buena planificación ante posibles adversidades que nos puedan acontecer y la importancia de contar con una buena quitanieves que esté presta a ser utilizada o, en su defecto, una pala y sal a mano.
Viendo las imágenes del manto blanco con el que se vestía gran parte de nuestra península Ibérica por la borrasca Filomena, y analizando – en paralelo – el comportamiento que había tenido los distintos mercados de capitales a lo largo del 2020, llegaba a la conclusión que para este 2021 es fundamental contar con un buen “quitanieves” a la hora de planificar dónde invertir nuestros ahorros:
- Uno que nos permita estar bien asesorado, ayudándonos a gestionar adecuadamente nuestras emociones, e indicándonos dónde sí invertir y dónde evitar terrenos peligrosos y resbaladizos. Quizás, más que un “quitanieves” necesitemos un sherpa de las inversiones: un buen asesor financiero.
- Un quitanieves que además nos haga entender qué tras la tormenta siempre, siempre luce el sol y que cada tormenta también puede despejar caminos. Así, el pasado año, el COVID-19 lo despejó para la revolución digital de la economía mundial. O ya en el terreno político, el fracaso que Trump en las presidenciales de su país, y los disturbios vividos en Washington con la toma del Capitolio, pueden acelerar el manguerazo fiscal de la nueva administración demócrata que favorezcan la inversión en ecología, en infraestructuras, educación o en sanidad.
2020 será recordado como el año en el que la pandemia del coronavirus provocó más de un millón de muertos en todo el mundo y una recesión económica tan intensa como no se había visto desde hacía muchísimos años. Pero también será recordada como el año en el que la actuación contundente de los principales bancos centrales del mundo evitó cima crisis de liquidez y financiera irreparable, o también cómo el descubrimiento de las vacunas trajo consigo la esperanza de una recuperación de la normalidad .
Y es que la crisis sanitaria, provocada por el coronavirus, nos debe hacer caer en la cuenta de varias cosas:
- La primera los frágiles qué somos los seres humanos. Baste con mirarnos y ver qué debemos llevar una mascarilla para hacer muchas de nuestras actividades cotidianas.
- También nos debería hacer caer en la cuenta de qué jamás deberíamos actuar contra las intenciones de los bancos centrales.
- En tercer lugar, lo importante qué es contar con una buena planificación financiera. En este sentido, ojalá lleguemos a la conclusión de que planificar nuestro futuro siempre debe suponer diseñarlo en el ahora. Y que la estrategia y la táctica, en el mundo de la inversión, siempre deben de ir de la mano. Así si la estrategia requiere pensar, la táctica requiere siempre observar. En consecuencia, si lo lógico es que en todo momento observemos la situación económica, geopolítica o sanitaria que nos rodee, para ajustar así nuestras inversiones, también es fundamental entender cómo funciona la economía financiera con el fin de gestionar adecuadamente todas nuestras emociones. Y es que, a veces y sin darnos cuenta, los dos principales riesgos en los que incurrimos con nuestros ahorros son o no saber gestionar bien nuestras propias emociones o no estar adecuadamente asesorado. No estar bien acompañado por un sherpa de las inversiones que, con su “quitanieves” despeje nuestro camino.
Ahora ya hemos empezado 2021 y lo hemos hecho a lo grande. El comienzo ha sido realmente intenso; nevadas como hacía tiempo que no se veían en el centro de la península, nuevas cepas del coronavirus, asalto al Capitolio, nuevo “impeachment” a Donal Trump, aumento en el número de contagios por COVID 19 y las consiguientes amenazas a las restricciones a la movilidad, problemas sobre lo acordado recientemente en torno a un cierre amistoso del Brexit,…etc. Y, a pesar de todo ello, los activos de riesgo – sobre todo las bolsas- han empezado también de forma bastante fuerte. Hemos iniciado un nuevo ejercicio y, la pregunta obligada de cada año es, ¿ahora qué?.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que nunca se es demasiado viejo para establecer un nuevo objetivo o para soñar un nuevo sueño. Y que, por tanto, para este estrenado 2021 deberíamos volver a ajustar la estrategia y la táctica de inversión con el fin de lograr estar más cerca de la consecución de nuestros sueños. En este sentido, y desde nuestro punto de vista, debemos considerar que las principales claves a vigilar, para contar con una estrategia de inversión ganadora, son las siguientes:
- En primer lugar, la evolución del COVID19. Será fundamental seguir la evolución de la pandemia, los contagios, la aparición de nuevas cepas, las amenazas a las restricciones, pues será el coronavirus el principal riesgo que debemos tener en cuenta y que no debemos olvidar. Sin embargo también debemos seguir la evolución de las vacunas pues, con ellas, ha llegado la esperanza del regreso de ver un crecimiento económico que, si quizás no veamos en el primer trimestre de este año, es probable que según avance las la vacunación de los ciudadanos haga una cierta normalidad en la recuperación de la actividad económica y empresarial haciendo qué áreas económicas hoy muy castigadas empiecen atraer dinero de los inversores.Debemos ser conscientes que el camino no va a ser rápido y nada fácil. Aún se va a tardar bastante tiempo en contar con una parte importante de la población mundial vacunada. Sin embargo, frente a la V el virus (que genera angustia y miedo), hay otra V , la de la vacuna, que nos acerca cada vez más a la tercera V… al del día de la victoria.
- La segunda clave es la liquidez . En este sentido, los principales bancos centrales del mundo van a continuar con sus políticas acomodaticias manteniendo bajos los tipos de interés e inyectando liquidez, cuando sea preciso. Además, a estas políticas monetarias expansiva, se les va a sumar -si cabe ahora con algo más de ímpetu- unas políticas fiscales también más laxas. Este mayor gasto público, y centrándonos por ejemplo en USA, no sólo beneficiaría al consumo de los estadounidenses, o a los sectores ecológicos y medioambientales, sino también puede suponer un aumento en el precio de muchas materias primas, por el mayor gasto público en infraestructuras, algo que beneficiaría a determinados mercados emergentes más dependientes del precio de las mismas. Ahora bien, este mayor estímulo fiscal puede traer repuntes en los tipos de interés de mercado ante la expectativa de ver algo de inflación al alza en el futuro. Y este hecho es importante tanto en cómo nos debemos posicionar en renta fija de largo plazo o cómo haríamos mal si obviamos la rotación de estilos de gestión que venimos advirtiendo desde el pasado mes de noviembre.
- La tercera clave a vigilar es la evolución los fundamentales macroeconómicos y, por supuesto, de los resultados empresariales. Hay que ser conscientes que muchas compañías no están baratas en bolsa. Sin embargo, tampoco podemos decir qué toda la renta variable esta cara máxime cuando tenemos que pagar por prestar dinero. Por tanto, si las vacunas funcionan no sólo asistiremos a una recuperación de la actividad económica, según vaya pasando el año, sino que además es normal que, junto con los sectores qué mejor funcionaron el pasado ejercicio, se le sumen otros sectores y otros estilos de gestión. No obstante, creemos en este 2021 volveremos a asistir a una dispersión en el comportamiento de unos valores frente a otros, dentro de un mismo mercado o dentro de un mismo sector, y que la recuperación económica será también desigual. Por lo tanto, dentro de esta sopa de letras, volveremos hablar de la recuperación en forma de k.
- La cuarta clave a seguir será, de nuevo, la política…una variable tan presente entre nosotros desde hace ya unos años.
Teniendo en cuenta las anteriores claves la estrategia genérica que aconsejamos seguir en los primeros meses desde 2021 sería la siguiente:
1.- Renta Fija:
– Infraponderarla en cartera.
– Mejor los tramos de corto y medio plazo.
– Mejor la deuda privada de calidad.
– Sí determinada deuda emergente.
– Apostar por la flexibilidad y el buen “bond picking”.
El objetivo que perseguimos con la renta fija para este ejercicio es batir a la rentabilidad de los depósitos y a la inflación de la zona euro y, por supuesto, que sea nuestra reserva de liquidez.
2.- Renta Variable:
– Por lo señalado a lo largo de este artículo, nuestra sugerencia genérica, a nivel estratégico, es sobreponderar la renta variable para este 2021. Sin embargo, y a nivel táctico (a más corto plazo) proponemos ser algo prudentes.
– Seguir centrados en la digitalización, la sostenibilidad, los cíclico 2.0 (valores industriales, materias primas, infraestructura, bienes de lujo, y bancos de Estados Unidos).
– Nos gusta Europa por valoraciones atractivas, por la rentabilidad por dividendo y por el liderazgo en políticas de sostenibilidad.
– También nos atrae Estados Unidos por la innovación y por la previsible evolución positiva de las small caps.
– Nos gusta Asia porque si hablamos de recuperación económica Asia no debería de faltar en nuestras carteras.
– Aportar por negocios rentables, poco endeudados, baja volatilidad y, por supuesto, por el factor momentum.
Centrándonos en las carteras modelo genéricas, y ya de cara a las siguientes semanas de enero, en el caso del perfil CONSERVADOR sugerimos dos cambios:
- Sustituir uno de los fondos de dividendos en cartera por un fondo de bolsa internacional que apunta por el estilo de gestión value pero teniendo en cuenta el factor momentum a la hora de seleccionar empresa en cartera.
- Tácticamente reducir ligeramente el peso de bolsa, vía fondos “puros” de acciones para aumentar el peso de mixtos de bolsa de carácter patrimonialista.
De esta forma, la cartera modelo genérica conservadora quedaría estructurada de esta forma:
- 15% en fondos de deuda europea de corto plazo que siga criterios ESG.
- 35% en fondos con vocación de retorno absoluto con una gestión muy sencilla y que verdaderamente estén protegiendo a los inversores. Serían la parte “cuasi liquidez” de la misma.
- 25% en mixtos de bolsa global de perfil patrimonialista.
- En torno al 25% en fondos de bolsa que se centren en acciones de empresas de calidad y de estilo de gestión “growth” donde el peso del sector tecnológico sea muy representativo. Asimismo, en valores de acciones europeas que sigan criterios ESG y que puedan aprovecharse de los fondos de Recuperación/Reconstrucción de la zona euro por los daños provocados por el Covid-19. También en valores ecológicos y, como hemos apuntado en este mismo artículo, en valores de sectores cíclicos 2.0 que puedan aprovecharse del desconfinamiento paulatino que pueda suponer el hecho de irnos, poco a poco, vacunándonos contra el covid19.
En cuanto a la cartera modelo genérica de perfil AGRESIVO , de cara a este mes de enero, haríamos un único cambio; dar entrada al fondo Robeco BP US Premium Equities DH EUR (Idea del mes de enero).
De esta manera, la cartera modelo genérica de este perfil agresivo quedaría integrada de esta forma:
- 5% en fondos de renta fija flexible.
- 5% en un fondo de deuda emergente.
- 10% en fondos con vocación de retorno absoluto.
- 10% en fondos mixtos de renta variable.
- 70% en fondos “puros” de bolsa centrados en USA; temáticos centrados en tecnología, salud, inteligencia artificial, robótica, infraestructuras, industrial y mejora del medioambiente; China, y emergentes globales, bolsa europea y, este mes, Japón.
(*) Reiteramos que el tipo y clase de fondo de inversión que podamos proponer para Vd. (renta fija, mixtos, bolsa…) siempre dependerá de cuál sea su perfil de riesgo, del horizonte temporal de sus inversiones y, por supuesto, de la coyuntura económica y financiera que se dé en cada momento. Una cartera asesorada por nosotros en Luna Sevilla Asesores Patrimoniales seguirá siempre las líneas generales descritas anteriormente, pero siendo totalmente personalizadas y, por lo tanto, tendrán en cuenta en todo instante sus propias singularidades y, lo que es más importante, cada vez que cambie el entorno de los mercados o sus necesidades, nos adaptaremos a dichos cambios.
Para acabar este artículo queremos desearles un muy feliz 2021. Y les damos un último consejo; Disfruten de las cosas pequeñas de la vida pues un día miraremos hacia atrás y, seguramente, nos daremos cuenta que ésas eras las grandes cosas. Aquellas que un día podrían ser las más valiosas en nuestra existencia. .
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