“Escucha siempre las advertencias, pero si, a pesar de todo, te ves envuelto en un problema, utiliza el ingenio para salir de él y nunca te des por vencido”.
Había una vez tres peces que vivían tranquilos en un lago. Uno de ellos se llamaba ‘Ingenioso’, otro, ‘Previsor’, y el tercer pez se llamaba ‘Predestinado’. Y los tres peces eran amigos y disfrutaban de su espacio sin problemas.
Sin embargo, un día, ‘Previsor’ se acercó a la orilla del lago, en donde se encontró con unos pescadores, que hablaban entre sí. Y ‘Previsor’ escuchó a uno de ellos decir:
– Amigo, mañana saldremos en barca hasta el centro del lago. Me han dicho que está repleto de peces. Allí podremos pescar muchos.
‘Previsor’ nadó deprisa hasta donde se encontraban sus amigos para advertirles:
– ¡Rápido! ¡Debemos irnos al otro lado del lago! Mañana vendrán unos pescadores hasta aquí y podemos caer en sus redes.
Pero sus amigos, no estaban por la labor de buscar otro hogar:
– No, yo no pienso moverme de aquí– dijo el testarudo de ‘Predestinado’- Llevo aquí toda la vida y nunca hemos tenido problemas. Es un lugar muy pacífico.
– Estoy de acuerdo- añadió ‘Ingenioso’- Yo prefiero quedarme aquí.
Así que ‘Previsor’, con gran pena, partió solo hacia otro lugar del lago, mientras sus compañeros escogieron quedarse allí a pesar de las advertencias.
Al día siguiente, a primera hora de la mañana, una barca se paró justo en el lugar en donde estaban los amigos de ‘Previsor’, y ambos cayeron en la red de los pescadores.
– ¡Vaya, pues sí que hemos pescado! ¡Tenías razón, amigo’- exclamó uno de los hombres.
‘Predestinado’, se movía inquieto por la red, lamentándose ante su compañero:
– Ay… es el destino. Ya no hay nada que hacer’.
Pero su compañero, ‘Ingenioso’ pensó rápido cómo podría salir de aquella situación. Entonces, se le ocurrió ‘hacerse el muerto’, e hizo un gran esfuerzo por aparentar que flotaba en la superficie. El pescador, al verle, le agarró por la cola y le sacó de la red, lanzándole al gua. Sin embargo, ‘Predestinado’, acabó en el cubo junto con el resto de peces que habían atrapado. (Fábula de “Los tres peces”).
Hoy he querido empezar con esta fábula india pues, tras el fantástico arranque de año que han tenido los principales mercados de capitales del mundo, mi principal consejo para este mes es que se incremente la cautela a la hora de invertir en los distintos activos financieros.
Y es que, aunque es cierto que los mercados de bolsa y deuda mundial han logrado recuperar una parte importante de las caídas que tuvimos en la recta final del pasado ejercicio, no es menos cierto que lo han hecho en un entorno en el que el momentum de los beneficios empresariales y macroeconómicos globales se debilita, el endeudamiento mundial continúa al alza, o que paulatinamente se va reduciendo la liquidez global…algo que genera, indudablemente, volatilidad.
No cabe duda que, como venimos señalando desde haces semanas, este rally alcista ha sido apoyado y soportado, en primer lugar, por la esperanza de que la economía mundial no entre en una recesión en los próximos meses; a que, en segundo lugar, los principales bancos centrales del mundo vayan confirmando una cierta ralentización en el proceso de normalización de sus políticas monetarias; o al hecho de la proximidad de un cierto acuerdo entre Estados Unidos y China que evite una «guerra comercial a gran escala».
Sin embargo, creemos que esos tres factores y expectativas ya están en parte descontados y, en consecuencia, en el precio de muchos de los activos financieros que han tenido un buen arranque de año. Por lo tanto, haciendo uso de uno de los más famosos dichos en los mercados financieros “compra con el rumor y vende con la noticia”, creemos que a corto plazo convendría reducir el nivel de riesgo global que estamos asumiendo ahora mismo en las dos carteras modelo.
Es por lo tanto, desde nuestro punto de vista, momento de:
- Aprovechar los rebotes habidos en los diferentes mercados de capitales para consolidar parte de los beneficios logrados y quitarnos algo de ese mal sabor de boca que nos dejó 2018 en el lado de las inversiones financieras. En este sentido, y para ambas carteras, la recomendación será reducir el peso de la inversión en fondos de bolsa y aumentar la inversión en fondos de deuda de muy corto plazo. Y es que no nos cansaremos de señalar que la liquidez es un activo más y, en determinadas ocasiones, una de las mejores decisiones de inversión que luego podamos echar mano para comprar a precios realmente atractivos.
- Ajustar ahora sí, y no en plenas caídas de los mercados financieros, las carteras al verdadero perfil de riesgo de cada uno y al plazo de la inversión.
- Seguir apostando por la calidad a la hora de invertir en los mercados de deuda y de renta variable. En este sentido, la columna vertebral de las carteras para los próximos meses creemos que debiera estar conformada por:
- Fondos monetarios para que sean nuestra “reserva de liquidez” que no sólo nos reduzcan el nivel de riesgo global asumido, sino que nos permitan contar con “munición” que podamos utilizar en momentos de volatilidad, que es cuando se producen las mayores ineficiencias en la valoración de muchos activos financieros.
- Fondos de deuda corporativa europea con calificación “investment grade” pues, a pesar de la reducción de “spread” de los mismos aún ofrece cierto valor como consecuencia del entorno económico y político de nuestra vieja Europa. También algo de deuda gubernamental estadounidense de duración (sensibilidad a tipos de interés de mercado) media como consecuencia de la nueva actitud adoptada por la FED a tenor de los últimos datos económicos estadounidenses y de la reducción del diferencial del spread de rentabilidad entre el 2 años y los Fed Funds. Y un poco de deuda emergente de corto plazo para los perfiles de riesgo más agresivos.
- Y fondos con posiciones en acciones (ya sean “puros” de bolsa o mixtos) orientados a empresas de dividendo; de gestión activa, flexible y filosofía “value” (cuando nos posicionemos en Europa), fondos de bolsa emergente que sobreponderen determinados mercados del sudeste asiático y algunos fondos temáticos.
El entorno económico y geopolítico global no es nada fácil y por ello, como en la fábula que incluimos en este articulo, creemos que conviene ser precavidos y, por supuesto, siempre muy ingeniosos. Pero nunca, nunca debemos sentirnos predestinados y al arbitrio de un nuevo repunte de volatilidad.
Centrándonos ahora en cada una de las carteras modelo a las que nos referimos cada mes, ¿sugerimos efectuar algún ajuste en las mismas de cara al presente mes de marzo?.
En el caso del perfil CONSERVADOR propondríamos reducir el peso de la inversión en fondos mixto de acciones y fondos “puros” de bolsa para aumentar el peso de la inversión en fondos de renta fija euro de muy corto plazo. De esta manera, la cartera modelo de este perfil quedaría integrada de esta forma:
- 60% en fondos de deuda siguiendo las directrices que señalábamos anteriormente.
- 20% en fondos con vocación de retorno absoluto.
- 10% en mixtos de bolsa de gestión flexible.
- 10% en fondos “puros” de bolsa internacional de dividendo.
En cuanto a la cartera modelo de perfil AGRESIVO, y de cara al presente mes, le aconsejamos también reducir algo el peso de la renta variable para aumentar el peso de la inversión en fondos deuda como los señalados anteriormente. De esta manera, la cartera modelo de este perfil agresivo quedaría integrada de esta forma:
- 43% en fondos de deuda corporativa europea, deuda pública norteamericana y deuda emergente de corto plazo.
- 7% en fondos con vocación de retorno absoluto.
- 50% en fondos “puros” de bolsa en los que se sobreponderará la renta variable estadounidense y la emergente frente a la europea. Pero eso sí…siempre en empresas de calidad en todos los casos.
(*) Reiteramos que el tipo y clase de fondo de inversión que podamos proponer para Vd. (renta fija, mixtos, bolsa…) siempre dependerá de cuál sea su perfil de riesgo, del horizonte temporal de sus inversiones y, por supuesto, de la coyuntura económica y financiera que se dé en cada momento. Una cartera asesorada por nosotros seguirá siempre las líneas generales descritas anteriormente, pero siendo totalmente personalizadas y, por lo tanto, tendrán en cuenta en todo instante sus propias singularidades y, lo que es más importante, cada vez que cambie el entorno de los mercados o sus necesidades, nos adaptaremos a dichos cambios.