“La existencia es un viaje en el que no existen los caminos llanos: todos son subidas y bajada”.
La amenaza efectuada, recientemente, por Donald Trump de subir los aranceles a una amplia cesta de productos importados desde China lamentablemente terminó materializándose y, con ello, ha vuelto la volatilidad a los diferentes mercados de capitales.
En las próximas semanas todo girará en torno a la declarada guerra comercial entre ambas superpotencias y las posibles acciones y reacciones que puedan posteriormente llevar a cabo ambas partes.
En este sentido, será interesante comprobar si China deja de importar una serie de productos procedentes desde Estados Unidos – entre los que se encontraría los agrícolas, que son producidos por un sector de la población que, en su mayoría, apoyaron a Trump en los comicios que le llevaron a la presidencia de su país – y, de producirse este hecho, será importante vigilar cualquier tipo de contraofensiva que Estados Unidos lleve a cabo frente al gigante asiático.
Sea como fuere, y aunque el impacto de la subida de aranceles no suponga un recorte importante sobre el PIB mundial, no son buenas noticias para el comercio mundial ni para el devenir de los mercados financieros.
Unos mercados cuya dirección va a seguir dependiendo, fundamentalmente, de cuatro factores de ciclo:
- Del ciclo económico. En un mundo en el que el crecimiento global se modera, y a pesar de que Trump la líe con sus mensajes en redes sociales, la realidad es que en estos momentos todo apunta a que el miedo a una recesión económica mundial inminente se ha ido poco a poco diluyendo. Los últimos datos de creación de empleo en Estados Unidos, el repunte de la productividad en este país, o un crecimiento de la zona euro menos malo en el primer trimestre del ejercicio, por ejemplo, no apuntan al temor que estemos a las puertas de una recesión global. Algo que, en el último trimestre de 2018 sí hizo daño.
- Del ciclo de liquidez. Todo apunta a que los principales bancos centrales del mundo van a continuar con sus políticas monetarias acomodaticias. Es más, el daño que pueda provocar la guerra arancelaria no nos sorprendería que supusiera un incremento de posibilidades a que la Reserva Federal de Estados Unidos bajara los tipos de interés de referencia antes de que finalice este año. Asimismo, la expectativa de una inflación en la zona Euro a la baja puede llevar al BCE a tomar medidas de política monetaria aún más expansivas.
- Del ciclo geopolítico. El “ruido” que genera el Rey del Twitter, el cual creemos que ha aprovechado la fortaleza del crecimiento económico de USA y el nivel alcanzado por sus bolsas para negociar duramente con China y el resto del mundo antes de la próxima reunión del G20 en junio de este año, junto con las tensiones procedentes de Irán, Brexit,….etc, van a hacer que siga habiendo momentos de incertidumbre y, con ello, de volatilidad en los mercados de capitales. No obstante, no olvidemos que el presidente de Estados Unidos es muy pro-mercados de acciones. En este sentido, y dado que la negociación comercial aún está abierta, no nos extrañaría que si él atisbara la posibilidad de fuertes caídas adicionales en las bosas de su país tomara la decisión de tratar de llegar a un posible acuerdo comercial con China que relajara las tensiones actuales. Por ello, atentos a la reunión en el G20 entre los mandatarios de ambos países. Ojala esa carta bonita que le hizo llegar el presidente chino, según palabras del propio Trump, se transforme en una relación menos tensa entre ambos.
- Del ciclo de las emociones de los propios inversores.
En el momento de redactar este artículo, el reloj codicia-pánico se sitúa en entorno de miedo…aunque tan sólo hace un mes era de cierta complacencia:
Las fuertes caídas vividas por los mercados de bolsa y de crédito en 2018 aún pesan en exceso en el ánimo de muchos inversores y esto puede hacer que el miedo lleve a más miedo por parte de los propios inversores…algo difícil de gestionar para muchos asesores y para los propios ahorradores.
¿Qué podemos aconsejarles en estas circunstancias?: CALMA Y CAUTELA.
A pesar de encontrarnos en un ciclo económico y de liquidez benigno para los activos de riesgo, nuestra recomendación a nivel táctico, para los inversores con perfiles de inversión más defensivos, es que sigan reduciendo el nivel global de riesgo asumido. En un entorno de tensión e incertidumbre es vital, para este tipo de inversores, no sólo gestionar bien sus emociones sino los riesgos asumidos.
En cambio para los inversores más dispuestos a asumir riesgos, y con horizontes temporales de inversión superiores a tres años, nuestro consejo es que no vean la volatilidad como algo negativo sino como una posible oportunidad para comprar activos. De momento, y en la parte de ajustes a realizar, sugeriremos cierta idea de inversión a la hora de posicionarse, de forma táctica, en bolsa europea.
Centrándonos ahora en cada una de las carteras modelo a las que nos referimos cada mes, ¿sugerimos efectuar algún ajuste en las mismas de cara al presente mes de mayo?.
En el caso del perfil CONSERVADOR, y de cara a los próximos meses, nuestro trabajo no sólo será el de buscar activos con potencial de revalorización para este tipo de inversores, sino el de extremar al máximo la vigilancia de las carteras con este perfil para reducir los riesgos asumidos en un contexto de fuerte oleaje. Por ello, sugeriremos eliminar el fondo H2O ADAGIO de esta cartera para aumentar el peso del fondo de retorno absoluto Dunas Valor Prudente, por su carácter más defensivo, y para dar más peso a la inversión en fondos de deuda europea de corto plazo que, funcionando como cuasi liquidez, aportan cierto carácter refugio en estos instantes para este tipo de inversores.
La cartera modelo de este perfil quedaría estructurada de esta forma:
• 65% en fondos de deuda de corto plazo, de gestión flexible y con unas comisiones totales muy competitivas.
• 15% en fondos con vocación de retorno absoluto.
• 10% en mixtos de bolsa de perfil patrimonialista como es la idea de inversión de este mes y gestionado por la boutique francesa Tikehau.
• 10% en fondos “puros” de bolsa internacional de dividendo.
En cuanto a la cartera modelo de perfil AGRESIVO, y de cara al presente mes de mayo, aconsejamos dos cambios:
– Incrementar el peso de fondos de retorno absoluto a través de Dunas Valor Prudente.
– Incluir un fondo de bolsa europea centrado en sectores defensivos como son las utilities. Lo que buscamos son compañías “bond proxy” que lo hagan bien en un entorno de crecimiento económico moderado de la zona euro y de ausencia de presiones inflacionistas. El fondo seleccionado seria Ibercaja Utilities.
De esta manera, la cartera modelo de este perfil agresivo quedaría integrada de esta forma:
• 35% en fondos de deuda corporativa europea, deuda pública norteamericana y deuda emergente de corto plazo.
• 10% en fondos con vocación de retorno absoluto.
• 55% en fondos “puros” de bolsa en los que se sobreponderará la renta variable estadounidense y daremos entrada al sector utilities europea
(*) Reiteramos que el tipo y clase de fondo de inversión que podamos proponer para Vd. (renta fija, mixtos, bolsa…) siempre dependerá de cuál sea su perfil de riesgo, del horizonte temporal de sus inversiones y, por supuesto, de la coyuntura económica y financiera que se dé en cada momento. Una cartera asesorada por nosotros seguirá siempre las líneas generales descritas anteriormente, pero siendo totalmente personalizadas y, por lo tanto, tendrán en cuenta en todo instante sus propias singularidades y, lo que es más importante, cada vez que cambie el entorno de los mercados o sus necesidades, nos adaptaremos a dichos cambios.