Arrancamos el segundo semestre del año y, con él, todas nuestras expectativas estarán puestas en saber si será capaz de compensar el mal sabor de boca que dejó el primero a muchos inversores o, en cambio, de nuevo será la apatía, la incertidumbre y la volatilidad la que nos siga acompañando en este complicado ejercicio financiero que está siendo 2018.
Actualmente, desde nuestro punto de vista, hay cinco frentes generadores de inestabilidad financiera que siguen preocupando. A los mismos, incluso les añadiríamos el hecho de que muchos gestores de fondos de inversión estén optando, como medida de cautela, en incrementar el peso de liquidez en las carteras de los productos que gestionan (debilitando, con ello, la fuerza que permita restablecer el impulso alcista de esta larga tendencia positiva para muchos de los mercados de acciones del mundo).