Señalaba el gran filósofo Séneca: “No hay viento favorable para el que no sabe dónde va”, pero la estrategia de inversión definida por PROFIM a lo largo del pasado ejercicio y, por supuesto, de cara al año recientemente estrenado, sí tiene en cuenta qué objetivos perseguimos (a qué buen puerto deseamos llegar) considerando las circunstancias económicas, políticas y financieras mundiales que en cada momento vayan surgiendo.
Atrás queda 2013, un año en el que estuvimos pendientes de las elecciones en Italia o Alemania, del foco de tensión en Chipre, de la posible intervención militar en Siria, de la negociación en USA entre republicanos y demócratas en torno a la elevación del techo de gasto y deuda pública o del anuncio por parte de la FED en torno al calendario de inicio de retirada de estímulos monetarios. Un año en el que, a pesar de las incertidumbres que dichos focos de atención han generado y, a veces, tensión, lo recordaremos como un ejercicio bastante aceptable para la mayoría de inversores que siguieron nuestras recomendaciones encaminadas a aprovechar el buen comportamiento que tuvieron las bolsas norteamericanas y europeas y, asimismo, la renta fija europea (sobre todo aquella emitida en países de la “periferia” de la zona euro −España e Italia principalmente−). Asimismo, también fue un acierto el hecho de haber evitado la inversión en activos emitidos en países emergentes (tanto de renta fija como de renta variable), así como el hecho de no haber recomendado fondos que invirtieran en materias primas o no haber apostado contra el euro.
A pesar de estos aciertos, posiblemente se podría haber hecho algo mejor si hubiéramos adoptado un estrategia de inversión un poco más agresiva o si alguno de los fondos que se propusieron (y que después sugerimos eliminar) hubieran cumplido las expectativas que teníamos sobre los mismos al ser seleccionados. Pero, en general, estamos satisfechos con el trabajo efectuado y los resultados conseguidos. Pero esto es el pasado y como ya señaló en su día el gran político Winston Churchill: “Si el presente trata de juzgar el pasado, perderá el futuro” y, por tanto, no nos vamos a acomodar en lo ya conseguido hasta ahora sino más bien seguiremos trabajando duro para obtener un buen resultado para las inversiones de aquellos que nos siguen.
En los últimos informes de estrategia apuntábamos que, de cara al nuevo año, sugerimos ser prudentes y selectivos en las inversiones en activos de renta fija (es el tipo de inversión en el que ponemos el acento de la cautela o precaución), aunque bien es cierto que hay ciertos nichos de mercado donde aún podemos encontrar cierto valor. Y, por otro lado, comentamos que seguimos siendo moderadamente optimistas con la inversión en renta variable aunque, y de nuevo, aconsejamos ser selectivos por zonas geográficas; pues si bien aún vemos recorrido alcista para las bolsas europeas, estadounidense o Japón, no es aún el caso de las inversiones en mercados emergentes (aún creemos que podrían seguir produciéndose salida de dinero por falta de visibilidad de resultados, algo que no sucede con otros mercados bursátiles mundiales). Ahora bien, si hoy no es el momento de apostar por emergentes, todo tiene un precio y un valor y, por ello, en algún momento (y a lo largo de este año) es muy posible que podamos proponer incluir algún fondo que se centre en estos mercados, sobre todo en aquellos países con menores desequilibrios económicos.
En consecuencia, ¿qué cartera sugerimos para un inversor de perfil de riesgo conservador?
Puede seguir leyendo el artículo de José María Luna en el número de febrero de Trader Secrets.