Se cumplen dos años del inicio de la corrección del mercado bursátil chino, que vino acompañado de otras señales de alarma, como la caída de las reservas en moneda extranjera del banco central o la depreciación del yuan (que tuvo como hito principal la devaluación a mediados de agosto).
Evolución del índice bursátil chino
Fuente: Bloomberg
La cesión de la bolsa duró algo más de siete meses, encontrando un suelo en febrero tras un -45% (si bien, como se observa en el gráfico, no fue más que una purga parcial de la impresionante revalorización de meses atrás: +150%).
Evolución de las reservas (billones de USD) y del tipo de cambio del CNY (CNY/USD)
Fuente: Bloomberg
Como recordarán, las dudas sobre la salud de la economía china, junto con otros factores de riesgo (entre ellos la situación de solvencia de alguna entidad financiera europea o los mínimos del precio del petróleo) provocaron uno de los episodios correctivos más severos en práctica totalidad de activos financieros con riesgo (¡el peor arranque del año de las historia!).
Evolución anual del índice Afi de fondos de inversión RV UME
Fuente: Afi
Hoy la situación es muy diferente. De hecho, se acaba de publicar el PIB del 2T17 de China, que se salda con un avance interanual del 6,9%. De esta forma, se confirma la capacidad de resistencia de aquella economía gracias, en cierto modo, a los estímulos monetarios y fiscales aplicados por las autoridades desde entonces. En los últimos registros se observa una ligera aceleración de la actividad industrial, del consumo de las familias y del sector exterior (crecimiento de las importaciones y de las exportaciones al 15%). Se debe producir una lógica (¡y sana!) pérdida de dinamismo, pero parece que va a ser a un ritmo más lento de lo esperado. De hecho, las previsiones para el próximo año se sitúan ya en la zona del 6,0%.
Crecimiento del PIB de China
Fuente: Macrobond
En definitiva, el factor de riesgo que suponía una recesión o una intensa desaceleración en China no se ha materializado, permitiendo una recuperación de las cotizaciones (aunque parcial) no sólo de aquel país sino del resto de mercados. Ahora bien, se debe seguir insistiendo en que, a modo de “bomba de relojería”, el nivel de endeudamiento privado (especialmente empresarial) es elevadísimo: por encima del 200% del PIB. Mientras se mantenga el crecimiento y ciertas tasas de inflación (en la actualidad, del 2%) no debería haber problema, pero está claro que el día que el avance del PIB se reduzca con intensidad o, incluso, se entre en recesión, va a ser el gran factor desestabilizador con impacto evidentemente mundial. El problema se llama, por tanto, “excesivo endeudamiento empresarial en China”. El momento de su materialización, incierto. Pueden pasar incluso años en que se produzca este “cisne negro”. Mientras tanto, vigilancia a las variables económicas y, especialmente financieras (bolsas, reservas y tipo de cambio).
@david_cano_m