Cuéntame un cuento

“Cuéntame un cuento. Cuéntame un cuento pero que no hable de princesas que aspiran a que un apuesto caballero les solucione la vida, en el que no haya hadas que a golpe de varita solucionen los problemas, un cuento en el que las brujas no quieran cocinar a los niños. Hoy quiero un cuento que me enseñe cosas para cuando sea mayor. ¿Hay cuentos de esos, mamá?”

Claro que existen. Los tres cerditos, La gallina de los huevos de oro, La lechera… Cuentos que desde pequeños nos han mostrado la importancia de la responsabilidad individual en un acontecimiento. ¿Acaso los culpables son del lobo que sopla, el primer dueño de la gallina o la piedra con la que tropieza la niña? Construir una casa de paja, matar a una gallina o soñar con futuras riquezas no son malas alternativas, pero elegirlas en el momento inadecuado puede acarrear dificultades. La pereza, la ambición y los sueños son elecciones vitales muy válidas (¿a que usted también las elige a menudo?) pero de sus consecuencias no tienen la culpa los demás.

En medio de muchas críticas, he apelado constantemente a la responsabilidad individual de esta crisis económica. Nadie reconoce que años atrás pidió una hipoteca por encima de sus posibilidades; familiares, amigos o conocidos reconocen que hubo un tiempo en el que vivimos por encima de nuestras posibilidades pero, añaden, eso sucedió porque la banca casi forzaba a que te endeudaras.

Este es uno de los argumentos en el que se apoya el documental “¿Por qué? Una crisis endémica” (2013, Lukimedia, aquí el trailer). Una película que siguiendo la estela de Inside Job (aunque con menos medios) recoge las declaraciones de economistas o voces reconocidas del ámbito económico que repasan el modelo fallido español y los errores y excesos que han desembocado en la actual crisis económica. Antón Costas, José Ramón Pin, Lorenzo Bernaldo de Quirós, Antoni Serra Ramoneda, Ramón Tamames, Adolf Ramírez Escudero, José García Montalvo, Joan Botella, Mariano Guindal, Sebastián Reyna… y así hasta una treintena de expertos con los que van a compartir explicaciones como que “unos tipos de interés bajos eran una invitación a endeudarse” o “un país con una productividad que no crece no tiene futuro” pero en el que también escucharán afirmaciones como “el capitalismo es un sistema pasivo”.

Con una bien traída selección de imágenes del AVE, aeropuertos o molinos de viento, los economistas profundizan en los fallos del sistema financiero español en el que el Banco de España no estuvo a la altura o en el que las cajas daban más y más créditos para no perder cuota de mercado. No me convencen tanto las justificaciones hacia una generación de jóvenes que dejó los estudios para obtener un salario decente en la construcción pero sí me invitan a la reflexión explicaciones que apuntan a que en España se priorizó la reestructuración de la banca antes que su recapitalización porque la primera era una manera por parte de las comunidades autónomas de mantenerse en el poder.

El documental “¿Por qué? Una crisis endémica” tiene mucha cuota catalana. El propio Antoni Castells, consejero de economía con el tripartito, apunta a un problema de paro estructural en España antes de que se desatara la crisis cuando ya se observaba que Cataluña tenía una tasa de desempleo en 6% y Andalucía del 15% (claro que juzguen ustedes si Castells es una voz a tener en cuenta cuando Cataluña quedó como quedó tras el gobierno en coalición).

La iniciativa de rodar un documental sobre la crisis en España que se proyecte en cines me parece loable aunque desconozco si el reportaje se ha realizado con subvenciones, con dinero de todos. La única sala en la que la película se proyecta en Madrid estaba vacía esta tarde. Desde aquí les invito a que contribuyan a llenarla, aunque sólo sea para que reflexionen sobre nuestro modelo económico durante algo más de una hora. Eso sí, no esperen en esta historia cuentos de los que nos ayudan a ser mayores. El documental no aborda en ningún momento la responsabilidad individual que cualquiera de nosotros (dejando los estudios, pidiendo ampliación de hipoteca o comprando dos casas en la playa) pudo cometer durante la época dorada de la economía española.

Yo también creo que la banca, el gobierno y el sistema productivo fueron los culpables de esta crisis, pero recuerden que hubo un cerdito que construyó la casa de paja porque quiso. Claro que ese cerdito también tuvo un hermano mayor y responsable que le ayudó a librarse del lobo.