La rentabilidad de los bonos italianos a 10 años alcanza niveles que no se recordaban desde el verano de 2015, en el 2,15%. Además nos tenemos que remontar dos años atrás, al verano de 2014, para recordar una prima de riesgo italiana (diferencia de tires entre el bund y el bono italiano) por encima de los 175 puntos básicos en los que cotiza actualmente.
Si importante es saber dónde se está, muy relevante es saber de dónde se viene: este mismo verano Italia apenas pagaba un 1% por tomar prestado dinero a diez años y en la primavera de 2015 su prima de riesgo rondaba los 90 puntos básicos; todo esto, claro, enmarcado en la expectativa y posterior confirmación de un plan de compra de activos de deuda por parte del Banco Central Europeo que facilitó la rebaja de los costes de financiación de países y empresas.
¿Qué ha cambiado en Italia para que se tensione su mercado de deuda? Italia, la tercera economía de la Eurozona, sigue débil. Registró un crecimiento nulo en el segundo trimestre del año 2016 (0,0%) y su Tasa de paro en septiembre se situaba en el 11,7%. Los últimos datos confirman además que el país se mueve en el territorio de la deflación (-0,2% el IPC interanual) mientras su banca, muy atomizada, no acaba de tirar el lastre de una morosidad que supera los 350.000 millones de euros.
Cifras sombrías que no obstante ya estaban ahí hace meses. Es por esto que solo nos queda vincular la tensión en el mercado de deuda italiano al referéndum que el país afronta el 4 de diciembre. Una consulta con la que el primer ministro italiano Mateo Renzi pretende obtener el visto bueno para reducir el poder del Senado (a día de hoy similar al de la Cámara Baja) y recuperar parte del poder cedido a gobiernos regionales. Si no hay apoyo a sus pretensiones, Renzi se marcha (o eso prometió). La retirada de un dirigente político en sí misma no tendría por qué ser un problema per se para los mercados financieros. La clave es que más allá de que el Brexit y la victoria de Trump nos hayan hecho mirar las encuestas de opinión con ojos de desconfianza, los sondeos en Italia le dan cada vez mayor intención de voto al partido Movimiento 5 Estrellas, un partido que a su vez propone una consulta pública para que Italia abandone la zona euro (el partido de Beppe Grillo se sitúa como segundo en intención de voto según algunos estudios). Si Renzi se marchase, ¿quién gobernaría después Italia?
No podemos ni mucho menos descartar que la ciudadanía italiana de la espalda a Renzi en la consulta de diciembre ante el malestar que genera una economía llena de sombras en un momento de auge de la ola anti stablishment que recorre Occidente. Pero no deja de ser curioso que a pie de calle, y en el día a día, la población olvide que las medidas expansivas de Mario Draghi, han contribuido a hacernos la vida más fácil en la Eurozona en los últimos dos años. ¿Y si es que no se han sabido explicar? ¿Y si es que la macro no refleja el día a día de la gente?
FTSE MIB 30. Gráfico diario
(FOTO: FLICKR.COM Città di Parma)