Japón es un país diferente con una cultura muy particular y que siempre ha destacado por el gran respeto a los valores que predica.
En cuanto al tema económico no deja a nadie indiferente y tienen un sistema muy particular. Fruto de la recesión que vivieron años atrás (finales de los 80) y dado el envejecimiento de la población y la falta de dinamismo en su economía, empezaron una fase de gasto público que ha llevado al país a acumular un exceso de deuda. Japón es el país del mundo más endeudado con una deuda sobre el PIB del 260%. En términos comparativos Grecia tiene un 195%, Italia un 150%, USA un 125% y España un 120%.
¿Cómo puede sobrevivir Japón con una deuda tan elevada, cuando años atrás un país como Grecia con una deuda menor tuvo que ser rescatado?
La respuesta principal es que Japón coloca prácticamente toda su deuda localmente y en su divisa (93% del total), y una parte importante de la misma es comprada por el mismo Banco Central de Japón (46% del total). De esta manera se mantiene al margen de la presión de los acreedores internacionales como le ocurrió a Grecia, y como suele ser habitual en defaults de países emergentes. De esta manera la refinanciación y estructuración de la deuda es más sencilla y flexible, y le permite mantener una buena calificación crediticia (Rating) que de otra manera sería imposible. Asimismo Japón tiene reservas importantes para hacer frente a toda la deuda que no está en manos del Banco Central. Es el paradigma de ser un país muy endeudado pero a la vez con grandes reservas.
¿Pero al margen de ello, como puede hacer frente al pago de los intereses de la misma?
Japón mantiene los tipos de interés a corto plazo en el -0,10%, y hay un mandato del Banco Central de intervenir en los bonos a 10 años comprando deuda con el fin de mantener unos tipos a largo plazo que se sitúen entre el 0,5% y el 1% como máximo. Este mandato ha sido modificado al alza este año en dos ocasiones pasando primero del 0,25% al 0,5% para posteriormente pasar al rango del 0,5%-1%.
La curva de tipos de interés está totalmente intervenida. La política de tipos cero facilita en primer lugar el nivel de endeudamiento, y en segundo lugar es un estímulo al consumo e inversión, al ser una sociedad muy ahorradora donde más lejos de tener un problema de inflación, históricamente lo que han sufrido son problemas de deflación.
Esta intervención en la curva de tipos como principal acreedor del Estado, ha llevado al Banco de Japón ha tener un tamaño de balance del 115% sobre el PIB, muy superior a pesar de las políticas expansivas iniciadas en el 2008, a países o áreas como Europa (61%), USA (37%) y UK (31%). El Banco de Japón es el Banco Central más intervencionista fijando los tipos a corto y largo plazo, comprando todo tipo de deuda, comprando bolsa, e interviniendo en el mercado de divisas como recientemente ha hecho en varias ocasiones para apoyar el Yen.
En contra a lo que todos los Bancos Centrales comenzaron hace más de un año, Japón es el único país junto a China que no ha modificado sus tipos al alza. Dada su deuda y que la inflación en un inicio estaba controlada, no existía ningún estímulo para modificar sus tipos. Esta política en contraposición a la aplicada por otros Bancos Centrales, ha llevado al Yen a depreciarse cerca de un 30% respecto al USD (mínimos en 30 años). Esta depreciación ha hecho que las importaciones de Japón (que son muchas al ser una isla), se encarezcan una barbaridad por el mayor precio de los bienes dada la inflación internacional por un lado, y el menor valor del Yen por otro.
Japón se enfrenta ahora a su mayor inflación en 30 años, que aunque pueda parecer baja al ser del 3,8% es muy alta para los estándares de Japón. Y es aquí donde se abre un debate en el seno de su Banco Central, de si será o no sostenible el nivel de tipos cero, cuando la actual inflación importada va en aumento y empieza a dispararse.
¿Y si es así, por qué el nuevo Gobernador del Banco de Japón Kazuo Ueda no sube los tipos de interés al igual que ha hecho el resto del mundo para controlar la inflación?
Por varias razones. Si suben tipos entraría en juego el coste financiero de la deuda que absorbería una parte importante del presupuesto estatal y que haría quizás insostenible el nivel de deuda actual. Además llevaría a enfriar la partida de consumo que tanto ha costado de estimular todos estos últimos años. Y por último podría suponer una desestabilización de parte del sistema financiero. Unos mayores tipos de interés en Japón son un incentivo a que muchos inversores japoneses tan creyentes en su país y en su divisa procediesen a vender parte de su cartera de bonos europeos y americanos para reinvertirlos en deuda local. Este movimiento acarrearía grandes problemas en el mercado de deuda internacional por los grandes volúmenes que ostenta Japón en deuda extranjera ($3,2 Trillones). Asimismo traería consigo una importante apreciación del Yen y acabaría en cierta forma con el carry trade que tanta pérdida de valor le ha supuesto a la divisa.
¿En qué consiste el carry trade?
En endeudarse en la moneda de tipos bajos (Yen) e invertir en la moneda de tipos altos (USD). Consigo el diferencial entre el coste del crédito en Yenes y el rendimiento de la inversión en Treasury Bills americanos. El flujo lleva aparejado una apreciación del USD respecto al Yen de manera que el rendimiento de la operación es muy rentable sumando el diferencial de tipos además de la apreciación del USD contra el Yen. A raíz de este tipo de operaciones el Yen esté prácticamente cotizando a niveles de 150 Yenes/USD.
¿Podrá Japón seguir manteniendo tipos 0%?
Como comentaba al inicio, la manera de hacer las cosas en Japón no deja indiferente a nadie, pero lo que es un hecho y una realidad, es que la bola se hace cada vez mayor y es más difícil pensar que puedan seguir aplicando políticas monetarias tan expansivas. Aunque les pese tarde o temprano tendrán que acometer cambios importantes y de gran calado.
¿No nos recuerda la actual Europa al Japón de la década de los 90 (Deuda en aumento, población envejecida y crecimiento económico exiguo)?
El patrón es muy similar y Europa parece tender a la Japonización.