Frente al riesgo de recesión en la UME del que advertíamos hace un año, la posición cíclica se caracteriza en este momento por ser expansiva. Ahora bien, a un ritmo insuficiente como para corregir dos de los grandes problemas económicos que sufrimos: elevada tasa de paro (por encima del 10%) y excesivo endeudamiento público (100% del PIB), que apenas se ha estabilizado ante la dificultad para reducir el déficit por debajo del 3% del PIB. No, el problema en la UME no es la balanza por cuenta corriente, que presenta un saldo superavitario del 2,1%, y creciente, a lo que han aportado los países periféricos con el cambio de signo durante los últimos cinco años. Es más, como acaba de reconocer la Comisión Europea, el problema puede ser en este caso un excesivo superávit en Alemania (equivalente al 7,0% del PIB, es decir, 250.000 millones de EUR), país que tiene margen para reactivar la demanda interna. A la espera de novedades por este frente, para reducir el excesivo desempleo y acercar nuestra tasa de paro a niveles similares a los de EEUU, o bien el PIB crece a ritmos superiores (3,0%) o bien encadenamos muchos ejercicios a los actuales (que es lo que ha hecho EEUU). Pero esta segunda alternativa obliga a que el ciudadano tenga importantes dosis de paciencia.
Gráfico 1. Evolución de la tasa de paro
El BCE no tiene objetivo de empleo, o al menos no de forma tan expresa como la Reserva Federal. Pero sí de inflación. Recuerden: crecimiento del IPCA por debajo, pero cercano (“below but close to”) al 2,0%. Y aunque está cumpliendo, en promedio, desde que nació la UME en 1998, en el momento se sitúa en la zona del 0,0%. Es verdad que si la recuperación económica se consolida y si el precio de las materias primas se estabiliza, a lo largo de los próximos meses asistiremos a una normalización de la tasa de inflación general. El repunte, aunque leve, de los componentes subyacentes así lo avala. Pero aunque el crecimiento de los precios regresara a la zona del 1,5% no debería ser una restricción para que el BCE mostrara una actitud más proclive al crecimiento. Y la política monetaria no convencional puede ayudar a ello.
Siga leyendo el análisis de David Cano en el número de diciembre de 2015 de la revista online de mercados TraderSecrets.
(FOTO: Hernán Piñera www.flckr.com)