Ya saben que el ciclo anual es nuestro principal criterio antes de realizar una operación. Lo empleamos ante dos situaciones: la más habitual es la necesidad de comprar o vender debido a una diferencia entre el nivel de renta variable que tenemos en la cartera respecto al nivel que deberíamos tener por la época del año o del mes en la que estamos. La segunda, como es el caso que vamos a explicar, es que un activo concreto llegue a un punto crítico, algo que ha sucedido a finales de julio en la compañía Buker Hughes.
Vemos una clara diferencia entre las dos fases en:
Esta acción la incorporamos en cartera porque le vimos un enorme potencial de revalorización y, como es lógico en nuestro caso, la incorporamos justo al inicio de su fase alcista, el pasado 8 de abril a un precio de 64,059$.
En el momento de escribir este artículo cotiza a 74,64US$, por tanto se han cumplido nuestras expectativas; además se da el caso de que a finales de julio empieza una potente fase bajista como detallamos en el grafico 2. Vemos que tenemos una clara expectativa bajista, por tanto vamos a numerar las cuatro opciones más habituales ante este tipo de situaciones:
1. No hacer nada. Es lo mas barato y lo mas habitual y volveríamos a tomar la decisión de aquí un año. Muy típico de inversores value.
2. Vender. Si tenemos una alternativa mejor podría ser una buena opción y apuntarnos para el próximo abril la posible reincorporación de la compañía.
3. Proteger las acciones con derivados, en este caso la compra de PUTS nos protegería de caídas de la cotización.
4. Intentar conseguir un rendimiento extra de nuestra cartera, mediante la venta de CALLS.
Vamos a profundizar en la tercera y cuarta opción. En el momento de tomar la decisión los números serán diferentes pero los porcentajes muy similares. En el ejemplo hemos utilizado los vencimientos y niveles de strike más usuales en nuestra operativa: