En la actualidad, al igual que en la película de Matrix, nos encontramos viviendo dos mundos en paralelo con visiones muy diferentes. Este símil lo escuché de mi compañero Iñaki Arcocha y describe a la perfección lo que estamos experimentando.
Por un lado tenemos los mercados financieros aupados por la Inteligencia Artificial y con los deseos de parte de los inversores de que el ciclo alcista comenzado en el 2009 no termine nunca. Con una expectativa que ante cualquier problema económico que pueda surgir la búsqueda de una solución es bien sencilla, bajando los tipos de interés, inyectando dinero por parte del Banco Central, implementando políticas fiscales expansivas, y adoptando cualquier medida que pueda uno imaginar con el fin de sustentar un mercado adulterado con valoraciones infladas y nada justificadas con datos fundamentales. Un mercado artificial y distante de la realidad.
En nuestra película sería el mundo Matrix, un mundo de realidad virtual creado por las máquinas inteligentes para distraer a los humanos y utilizar sus cuerpos como fuente de energía. La Inteligencia Artificial es en nuestro caso la distracción y la causa fundamental para que la narrativa del mercado vaya orientada últimamente a destacar y analizar los grandes cambios que introducirá esta tecnología en un futuro, menospreciando e infravalorando los grandes problemas económicos a los que nos enfrentamos y que requieren de una solución inmediata para evitar mayores daños a la economía.
Por otra parte tenemos el mundo de la economía real, el mundo de los humanos de a pie que conviven con los problemas cotidianos de la calle cada día. La elevada inflación, los altos tipos de interés, la pérdida de poder adquisitivo, las estrictas condiciones de financiación, la delicada situación financiera de los hogares, y en resumen un sinfín de dificultades que distan mucho de la situación cotizada por los mercados financieros hoy en día por los motivos expuestos anteriormente.
Como si se tratara de la propia película y al margen de Matrix, el verdadero mundo real (Estados Unidos) en el que nos encontramos es un mundo donde encontramos:
- Una deuda de tarjetas de crédito que ha superado $1 Trillion y que continúa creciendo con tipos de interés del 20%.
- Una deuda estudiantil de $1,6 Trillion a la que muchos ciudadanos no pueden hacer frente y que en el 2020 Biden prometió condonar en parte ($20,000 por estudiante). Esta promesa tras la negociación del techo de la deuda ha quedado sin efecto y se reanudará en breve su pago.
- Una deuda de $1,5 Trillion en préstamos de coches con tipos de interés actuales entre el 8 y el 12%.
- Una deuda en préstamos hipotecarios de $12,5 Trillion con unos tipos de interés fijos a 30 años del 6,71%.
- Un precio de las casas que el último año ha subido un 0,7%. Se trata del incremento más bajo desde 2012.
- Unas ventas de casas de segundo mano que han descendido el último año un 23%. Llevamos 20 meses consecutivos de descensos. No se veía un período tan prolongado de caída de ventas desde el período 2007-2009.
- Una disminución en la compra de casas con finalidad de inversión con caídas el último año de un 49%. El esfuerzo económico en la compra de una casa se encuentra actualmente en máximos de todos los tiempos (precios altos y altos tipos de interés). Comprar es más caro que alquilar.
- Una deuda que vence en préstamos de Commercial Real Estate en los próximos 12 meses de $1 Trillion y que deberá refinanciarse en muchos casos a tipos entre el 12 y el 15% (spread en CMBS con rating BBB de 1,000 p.b.).
- Unos préstamos en Commercial Real Estate que han pasado de un 17% en el 2010 a un 88% en el 2022 en lo que respecta al total de préstamos formalizados cada año en la modalidad de only-interest (sólo se pagan intereses y no se amortiza capital).
- Una tasa media de desocupación en el sector de oficinas en torno a un 20% en donde encontramos ciudades como San Francisco y Houston con tasas del 30% o los Ángeles del 26%.
- Una pérdida dentro del sistema financiero en depósitos bancarios de $1 Trillion (5,5%). Hay que remontarse a 1948 para encontrar una pérdida en depósitos bancarios.
- Una reducción en el tamaño de balance de la FED en los últimos 9 meses de $600 billion.
- Una reducción de la masa monetaria (M2) de un 4,6% en los últimos 12 meses.
- Una tasa de mora que comienza a repuntar en Commercial Real Estate y en tarjetas de crédito.
- 286 bancarrotas de grandes compañías presentadas hasta Mayo. Se trata del mayor número desde el 2010.
- Unos beneficios empresariales del S&P 500 con caídas del 16% respecto al año anterior.
- Una inversión de la curva de tipos de interés 10-2 años de 80 p.b. descontando una recesión.
- Un indicador como el LEI del Conference Board indicando y anticipando una recesión.
- Una pérdida de poder adquisitivo de los consumidores como consecuencia de la elevada inflación.
- Unos vencimientos los dos próximos años de un 40% del total de la deuda pública americana. En dicho periodo se deberán emitir $4 Trillion más para cubrir los déficits anuales. Implicará además de la dificultad de encontrar compradores para semejante cantidad de deuda una disminución en los depósitos bancarios y en los flujos de entrada a la bolsa.
- Una situación de la Banca Regional crítica básicamente por tres motivos: pérdidas latentes en su cartera de deuda pública, incremento del coste de los depósitos, y aumento de la morosidad.
- Una restricción crediticia a niveles no vistos desde hace 40 años.
¿Con la situación descrita, seguirán los mercados financieros en el mundo paralelo de Matrix descontando con subidas de bolsa cada vez mayores las grandes expectativas de la inteligencia artificial? ¿O por el contrario bajaremos al mundo real de los humanos descontando los mercados la verdadera situación económica que tenemos por delante?
¿Tú cuál crees que será el mundo escogido por los mercados bursátiles? Expectativas inciertas o realidades?
Finalmente la realidad se acabará imponiendo, pero mientras tanto hay que surfear esta ola.
Saludos
Yo lo veo así también, la verdad.
Abrazo Jose