Los mercados emergentes llevaban mucho tiempo (varios años) en el olvido. La crisis económica y financiera, que ha golpeado al mundo en su conjunto, los había hecho más vulnerables. Y, en cierto modo, resulta lógica la decisión de muchos inversores de cambiar el rumbo de sus inversiones hacia regiones consideradas o, al menos, percibidas como más seguras. El miedo a una fuerte desaceleración económica en China –recordemos que el gigante asiático venía de crecimientos anuales superiores al 10%– fue un importante detonante de los flujos de salida de dinero hacia los países desarrollados; las valoraciones tampoco justificaban, en la mayoría de los casos, la adopción de mayores riesgos en los mercados emergentes.
Ahora, estos flujos han comenzado a estabilizarse; y, si bien en algunos países se mantiene la inestabilidad (económica, política, social…), no es menos cierto que muchos gestores de fondos empiezan a detectar oportunidades de inversión en algunas regiones y/o países. El rebote de los precios de las materias primas, el efecto divisa, la decisión de la FED de no subir de forma precipitada los tipos de interés, o unas valoraciones más atractivas…, son algunos factores que tienen en cuenta. Sin olvidar temas más estructurales, como el hecho de que los emergentes aporten ya más del 70% del crecimiento económico mundial, mientras su capitalización bursátil sigue siendo muy poco representativa.
Quizás estemos ante un nuevo punto de inflexión; no obstante, ante las todavía debilidades e incertidumbres que rodean a estos mercados, creemos que hay seguir siendo muy prudentes, ante lo que resulta crítica la diferenciación y, por tanto, la elección del producto. El fondo que les presentamos este mes, Aberdeen Global – Emerging Markets Equity, destaca, dentro la gama de fondos de bolsa emergente, por la calidad de su gestión, el amplio conocimiento del mercado local y el enfoque prudente. Por otro lado, preferimos realizar el acercamiento al mundo emergente a través de un fondo de carácter global como éste frente a otros más regionales.
Quede bien claro, no obstante, que no se trata de una idea comercial, sino de una alternativa de inversión que siempre recomendamos valorar, de la mano de un asesor independiente, en función del perfil de cada uno. Recordando, siempre, que los resultados pasados nunca aseguran los futuros y, en este caso, como idea de diversificación para carteras con capacidad para asumir un riesgo elevado en los mercados bursátiles.
Siga leyendo el análisis de José María Luna en el número de mayo de 2016 de la revista online de mercados TraderSecrets.
(FOTO: FLICKR.COM Peng Chen)