FONDOS “BUITRE”…. A LA CAZA DE GANGAS EN ESPAÑA.

A lo largo de los últimos meses venimos oyendo las oportunidades que ofrece nuestro país a la hora de atraer dinero de inversores extranjeros. En este mismo blog ya escribimos un artículo relacionado con este tema “Qué tengo yo que mi amistad procuras… ” (ver aquí)

Dentro de estos inversores internacionales, cabe destacar los denominados fondos “buitre”. Muchos de ustedes es muy posible que lleguen a preguntarse; ¿qué son estos productos? y, sobre todo, ¿qué es lo que más les interesa de nuestra tocada economía?

Pues comencemos respondiendo a la primera pregunta. Un fondo “buitre”, o como a los propios inversores y gestores de los mismos prefieren que se les denomine: fondo oportunístico es un producto de inversión, dentro de las categorías de capital riesgo o hedge funds, que, principalmente, destina su patrimonio a la compra de emisiones de renta fija de una entidad pública o privada que se considera débil o cercana a la quiebra, pero con altas probabilidades de regularizar sus finanzas y salvar una suspensión de pagos. En otras palabras, los fondos buitre compran títulos de deuda de los países o empresas en desgracia a precios muy reducidos para luego litigar en los mercados internacionales e intentar cobrar la totalidad del valor de esos bonos.

En el caso de España, como consecuencia de la crisis financiera mundial y acrecentada, dicha crisis, por nuestra particular situación, tras el estallido de la “burbuja” inmobiliaria, este tipo de fondos oportunísticos ven en nuestro país un lugar propicio para hacer negocio por la mayor seguridad actual (tras minimizar el riesgo de implosión del Euro), por los precios atractivos de muchos de nuestros activos (sobre todo en el sector inmobiliarios) y por la enorme liquidez que dichos inversores cuentan a la hora de invertir.

En relación a la segunda cuestión debemos partir del hecho de que muchas de nuestra entidades financieras aún tienen en sus balances hipotecas de difícil cobro así como inmuebles de difícil venta. Un banco no es una inmobiliaria y la gestión de este tipo de activos es muy complicada y costosa para una entidad financiera. Ante esta situación… ¿qué hace un fondo “buitre”? Pues aprovechar esta situación comprando dichos activos con grandes descuentos permitiendo que las entidades financieras recuperen algo de dinero y, sobre todo, sacar de sus balances este tipo de activos “tóxicos”.

Con los activos comprados, los fondos “buitre” buscan gestionarlos de forma más eficiente con el objetivo de lograr una buena rentabilidad ya sea tratando de recuperar parte de la deuda “morosa” ya sea vendiendo (o incluso alquilando) los inmuebles adquiridos a precios por encima del pagado en su adquisición.

Alguien, a estas alturas, podrá pensar en el dicho popular: “nadie da duros a cuatro pesetas”…, pero el hecho es que lo que valía un duro ya no lo vale y a la entidad financiera de turno le “quema ese marrón en sus manos”. Y ahí, precisamente en ese momento, aparecen estos “salvadores”… estos inversores con elevada liquidez para aprovecharse de la situación y cazar gangas.

Arthur Schnitzler, médico y escritor austríaco, señaló hace casi un siglo: “Estar preparado es importante, saber esperar lo es aún más, pero aprovechar el momento adecuado es la clave de la vida”.

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