La semana pasada vi un artículo en el Wall Street Journal que me llamó mucho la atención. Según parece, hay un boom de IPO’s (Initial Public Offering), conocidas en nuestro país como OPV’s, en Estados Unidos.
Es un dato que a priori me produjo una cierta inquietud, ya que los techos de mercado suelen asociarse a un boom en este tipo de operaciones. No obstante, no es menos cierto que esto es indicador de que hay liquidez dispuesta a comprar estas nuevas acciones y por ese motivo las empresas quieren listar sus acciones rápidamente, para captar ese capital.
Por tanto, que haya un boom de IPO’s no tiene por qué ser un dato negativo. Pensemos que la tendencia del mercado es a la reducción de acciones disponibles. La compra de acciones propias que llevan a cabo la mayoría de compañías reduce su free float, dejando menos acciones disponibles para el público. Por lo tanto, las nuevas IPO’s vienen a renovar la oferta de acciones, a compensar las “perdidas” por las compras de autocartera.
Buscando más información al respecto sí encontré un dato un tanto preocupante y sorprendente. Según parece la mayoría de las empresas que están saliendo son empresas que están perdiendo dinero. Incluso encontré un chart elaborado con datos de Bloomberg que ilustra este efecto:
El 75% de la IPO’s corresponden a empresas que pierden dinero. Solo en el 2000 vimos un dato mayor, del orden del 80%. Es verdad que se puede defender que esto es otra consecuencia de la elevada liquidez que tiene el mercado en los últimos tiempos. Siendo esto cierto, es claro que este tipo de comportamientos son típicos de burbujas, donde el inversor está dispuesto a comprar cualquier cosa. En el año 2000, cualquier empresa con nombre terminado en puntocom que salía al mercado era un éxito rotundo.
¿Cuál de los dos efectos tiene más peso? Honestamente no lo sé, en el mercado no existen las certezas si no las probabilidades. Ahora bien, seguro que muchas veces han oído aquello de: “Esta vez será diferente”. Es posible que lo sea, pero nunca es lo más probable.
Por lo tanto, en mi opinión este es un dato preocupante que sigue ahondado en un mercado demasiado confiado.