Durante estos últimos años los mercados financieros se han comportado excepcionalmente bien principalmente por las políticas monetarias expansivas llevadas a cabo por los Bancos Centrales. La liquidez inyectada en el sistema ha sido el maná para los activos financieros y principalmente para las bolsas. Desde el inicio del COVID sólo en EEUU se inyectaron $5 Trillones. A principios del 2022 la FED tenía una balance de $9 Trillones.
Pues bien es fácil entender que cuando se inyecta semejante cantidad de dinero todos los activos y más en particular los de riesgo suben. De ahí que a pesar de la pandemia el S&P llegó a subir un +41% (de 3,400 puntos a 4,800 en Noviembre 2021).
Hasta aquí todo lo sucedido es fácil de entender. Sin embargo a raíz de tales inyecciones de dinero la inflación se disparó hasta el 9,1% y la FED comenzó en Marzo 2022 una política agresiva de subidas de tipos de interés (+525 p.b.) junto a un programa de QT consistente en reducir su balance a razón de $95 billones mensuales. Al principio era lógico pensar que el QT no tendría mucho impacto en los mercados dada la gran liquidez que existía, pero a medida que pasaban los meses y el balance se iba reduciendo en mayor magnitud era lógico pensar que tendría sus efectos en las bolsas. A fecha de hoy la FED ha reducido su balance en $1,2 Trillones y las bolsas tras las caídas experimentadas en el 2022 han recuperado todo lo perdido.
¿Cómo es esto posible?
Con imaginación como todo lo que se hace hoy en día en los mercados financieros. Es un hecho que la FED ha reducido su balance en $1,2 Trillones pero también lo es que la facilidad ofrecida del Repo Inverso se ha reducido en $1,8 Trillones.
¿Qué es eso del Repo Inverso?
Es una facilidad ofrecida por la FED a ciertas instituciones entre las que se encuentran los bancos y los fondos monetarios a través de la cuál depositan el dinero en el balance de la FED a cambio de un activo financiero (Treasury Bills) con el compromiso de vender dicho activo en una fecha posterior a un precio mayor. La diferencia en precios de ambas operaciones determina el tipo de interés que paga la FED a estas instituciones. Hoy la rentabilidad del Repo inverso es del 5,3%.
Pues bien dada la gran liquidez existente y las masivas compras que se han realizado en el mercado monetario ante la falta de remuneración de los depósitos bancarios, a cierre del 2022 el Repo Inverso ostentaba un saldo de $2,55 Trillones. Desde entonces y durante todo el 2023 el saldo se ha venido reduciendo hasta $768 billones.
¿A qué se debe semejante reducción?
El Gobierno americano ha seguido con sus políticas monetarias expansivas gastando como si no hubiera un mañana. Actualmente el déficit es de $1,7 Trillones y necesita emitir nueva deuda para financiarse.
Y es aquí donde se pone interesante. La FED no sólo no puede comprar deuda sino que debe reducir sus saldos. Los inversores extranjeros entre los cuales destaca China, Japón, y Arabia Saudí son actualmente más vendedores que compradores. Y si el resto de inversores no parecen reducir su exposición a la bolsa y a otros activos, quien es realmente el que está comprando la nueva deuda pública emitida?
Han sido los fondos monetarios quienes han dejado de colocar su dinero en la FED a través del Repo Inverso para comprar Treasury Bills y financiar los gastos del Gobierno. El Tesoro sigue ingresando grandes cantidades de dinero con la emisión de nueva deuda que gasta en la economía inyectando liquidez al sistema y anulando por completo los efectos de política monetaria contractiva del QT. Esta nueva liquidez es de nuevo un soporte que sirve de apoyo para las subidas que han experimentado los bonos y la bolsa durante los últimos meses. En resumen un QT sin efectos de QT,
Y cuándo no haya saldos en el Repo Inverso, que ocurrirá? Quién comprará? Subirán los tipos de la deuda por la falta de demanda?
Sin saber a ciencia cierta la respuesta lo que si parece posible viendo que lo importante es mantener el mercado pase lo que pase, es pensar que la FED terminará con su programa de QT para iniciar un nuevo programa de QE con el fin de no dañar seriamente la liquidez del sistema.