Se ha repetido de forma insistente que la crisis financiera y económica iniciada en 2007 contiene elementos singulares, tanto en su origen como en su evolución y resolución. Es difícil no estar de acuerdo. Existe más debate en torno a las medidas para resolver una de las situaciones más complejas de la historia económica. Y este debate se enciende cuando hablamos del papel jugado por los bancos centrales.
Todavía es demasiado pronto para hacer una valoración completa y habrá que esperar al menos un lustro para contar con todos los elementos de análisis, pero a la fecha actual, valoro de forma muy positiva lo hecho por la Reserva Federal. Y en sentido contrario, creo que el BCE se ha equivocado. Tal vez ha hecho la política monetaria más adecuada para un país como Alemania, pero no para un área como la UME, que sufría de una clara distorsión en el canal de transmisión de esa política monetaria que exigía herramientas no convencionales. Porque una de las claves diferenciales de esta crisis es, precisamente, la débil posición de solvencia de las entidades financieras que ha derivado en su incapacidad para transmitir los estímulos de los bancos centrales.
Con la política monetaria sin llegar a la “economía real” (multiplicadores monetarios cayendo), los agentes privados desapalancándose y la política fiscal necesariamente restrictiva (con multiplicadores fiscales al alza), se entiende la recesión sufrida. Nunca antes se había producido de forma simultánea esta combinación de factores. Nuevos problemas, nuevas medidas: lo tradicional no funcionaba y había que buscar nuevas soluciones. Había que intentar transmitir los estímulos de política monetaria a través de los mercados financieros, cerrado el canal tradicional, el bancario.
Puede seguir leyendo el artículo de David Cano en el número de enero de Trader Secrets.
Estimado Sr. Cano,
Me temo, para nuestra desgracia que estoy completamente deacuerdo con lo que manifesta en su artículo. El BCE no hizo su trabajo y creo que la FED sí. En lo que no estoy deacuerdo es que no hubiese un plan. Lo había y se siguió a rajatabla. En mi post http://aplfinanciero.blogspot.com.es/2012/11/hasta-cuando-sr-merkel.html de 21/11/2012 creo dejar clara cuál fué. En un post incluido en el anterior titulado: http://aplfinanciero.blogspot.com.es/2012/09/adenda-sobre-el-sector-inmobiliario-y.html decía lo siguiente:
«…Decía que, mientras España se convertía en el paraíso de la inversión inmobiliaria y se incrementaba la masa monetaria el doble de lo que manejaba Europa, y el crédito del exterior fluía de forma absolutamente descontrolada hacia nuestro País, NADIE, y digo bien NADIE, hizo nada, ni dentro ni fuera de España.
Todos vivíamos una vida de color rosa pero esto no sería criticable si no fuera por algo importante: ¿Se sabía lo que estaba pasando y lo que iba a pasar?. Mi respuesta es un rotundo SI. No solo se sabía, dentro y fuera de nuestro País, sino que se sabía con varios años de antelación y, la verdad, es que no se hizo NADA para evitarlo.
Pero ¿por qué se sabía? Y mejor aún ¿Cuándo se supo? Pues vamos a verlo:
1. Aunque parezca mentira, se sabía porque “la experiencia es un grado”. No se me dirá ahora que esto de las burbujas inmobiliarias y crediticias es un novedoso invento que surgió con las “subprime” ¿verdad?. Bueno, voy a ser directo: JAPON. Y si queremos algo más cercano podríamos poner los años 92 y 93, o los finales de los 70 en España.
2. Porque la curva de tipos a 1 año en España se mantuvo plana en el 2004 y, en el 2005, inicio su escalada alcista cruzando en el 2006 el IPCA español dejando de existir tipos reales negativos desde entonces hasta finales de 2009 ya que, entre otras cosas, Trichet decidió que la inflación europea estaba alta y se dedicó a subir los tipos de intervención durante todo el 2006 y 2007 llegando a superar el 4 % en 2008.
Algo que me deja atónito porque el propio Eurostat dejaba claro que desde enero de 2002 la inflación de la zona Euro se mantenía en una horquilla entre el 1,8 y el 2,5. Pero nadie hace nada sin motivos.
El BCE veía ya los tambores de guerra pues, como es obvio, estaba viendo a su homónimo, la FED.
La FED había subido desde 2004 del 1 % hasta el 5,75 % en 2006… En 2007 saltaron a la palestra las subprime.
Pero… ¿Es que no sabía nada el BCE? Si la FED mantuvo su escalada alcista desde 2004 ¿Por qué el BCE subió el tipo de intervención prácticamente 2 pb en 2006 después de mantenerlo 3 años en el 2 %?.
Es decir, mientras la FED iba subiendo los tipos en 2004 y 2005 a niveles superiores de hasta un 5 %, el BCE seguía con su 2 %…
Pero es que además: La primera noticia en la que el BCE advierte de “un aumento y probable persistencia de desequilibrios financieros… “, es del ¡8 de diciembre de 2005! Nada menos… la FED ya veía esos desequilibrios 2 años antes.
En nota del BCE del 1 de junio de 2006, es decir, seis meses después, se advierte de que “los inversores en la zona del euro pueden haber subestimado el riesgo o asumido un nivel excesivo de riesgo. Las perspectivas de estabilidad financiera siguen dependiendo de un delicado equilibrio”.
Y el 11 de diciembre de 2006, es decir, otros 6 meses después, aprecia una vulnerabilidad potencial en el sistema financiero de la zona euro diciendo que… “los tipos de interés a largo plazo y las primas de riesgo han caído en exceso en algunos mercados financieros y que la fuerte competencia entre las entidades de crédito podría haberlas incitado a relajar los criterios para la concesión de préstamos”.
Y el 29 de enero de 2007 Trichet, en un artículo de Financial Times, advierte de la inestabilidad de los mercados financieros mundiales manifestando que “…no sabemos con certeza dónde están los riesgos…”. La culpa la tiene las subprime, por supuesto.
No quiero pensar mal pero tengo el convencimiento de que la cosa (ya que estamos con condicionales todo el tiempo no voy a ser menos ¿verdad?) “podría” tener algo que ver con la variación del PIB de alguno de nuestros socios europeos – Observese el PIB alemán, por ejemplo, y compararse con el español para hacerse una idea. Lo mismo el francés o el italiano – , con sus crecientes déficits públicos, sus incrementos de deuda pública y el intento de la reactivación de sus economías manteniendo el tipo de intervención bajo. Mientras España marchaba a PIBs superiores al 3 % entre 2003 a 2006, Alemania pasaba de un PIB del -0,2 % en 2003 hasta el 3,40 % en 2006; Francia pasó del 1,10 % al 2,20 % en ese mismo periodo e Italia pasaba del
No hay que olvidar la participación suscrita de determinados Países en el capital del BCE. Así, Alemania participa un 18,9373 %, Francia en un 14,2212 % e Italia en un 12,4966 %. Después va España con un 8,3040 %. Como País No comunitario hay que tener presente el Banco de Inglaterra que participa en el BCE en un 14,5172%.
Tampoco podemos obviar el carácter de Países fundadores de la Unión europea de los 3 primeros.
En otras palabras, el 45,6551 % del capital comunitario suscrito está en manos de Alemania, Francia e Italia y el desembolso que tienen efectado es de un 64,0297 %.
Si tenemos en cuenta que las decisiones del BCE son tomadas por un Consejo de Gobierno, formado por un Comité Ejecutivo de 6 miembros y los gobernadores de los 17 Países de la zona euro, que el Comité ejecutivo es el que acaba haciendo y deshaciendo según los dictados de dicho Consejo de Gobierno y, que éste está controlado prácticamente por Alemania, Francia, Italia y España, ya sea por capital suscrito o por el desembolsado, comienzan a tener sentido la decisiones adoptadas por Trichet, en su momento. O por lo menos, lo tienen para mí.
Como ya he mencionado antes, la inflación estaba más que controlada según los datos del Eurostat y Trichet nos aburrió hasta la saciedad diciéndonos que su mandato consistía en mantener la inflación en el 2 %… Se olvidó del otro mandato que tiene el BCE: “Preservar la Estabilidad Financiera” – viene en los estatutos del BCE, no me lo invento.
Y lo que me lleva a la sospecha es que precisamente en los años indicados, los países rescatados no estaban tan mal. Por ejemplo, la rescatada Portugal tenía un déficit público de -6.235 millones de euros de promedio entre 2003 a 2006 (fue a partir de 2009 cuando se disparó) y la variación de su PIB no distaba del alemán. Irlanda, en aquellos años, ni siquiera tenía déficit (lo empezó a tener a partir de 2008) y su variación del PIB estaba entre un 4,4 % y un 5,3 % en esos años. Y lo mismo con España. De Grecia no comento nada debido a la sospecha sobre sus datos.
Y si el BCE estaba viendo lo que hacía la FED y, doy por supuesto, que algún café se tomaban de vez en cuando, esto quiere decir que el BCE sabía lo que se avecinaba pero había que dar confort a los PIBs de los “Jefes” (que ya sabemos quiénes eran).
En otras palabras… NO se hizo nada… se consintió el caso español sin darle la menor importancia y se utilizaban las instituciones europeas en beneficio de unos sin pensar en los otros, aun siendo todos del mismo club.»