El mercado está afrontando desde mediados de febrero un movimiento de rotación de carteras que a muchos ha cogido desprevenidos y que desde luego ha sorprendido en general. Estábamos acostumbrados a que las compañías de calidad, y nos referimos por calidad a aquellas que son capaces de generar Flujo de Caja Libre, ROE y ROCE altos, y balances equilibrados, fueran siempre el objeto de deseo de los gestores tras las correcciones de mercados. Pero, en esta última caída desde el verano de 2015, algo ha cambiado.
Comenzaremos definiendo que entendemos por compañía Value, y que entendemos por compañía Growth. Las acciones catalogadas como Growth, como su nombre lo indica, son aquellas de las que se espera tengan un rápido crecimiento en sus ventas, y por consiguiente, en sus beneficios en el futuro. Estas expectativas de un alto crecimiento hacen que sus múltiplos de valoración, ya sean P/B (precio/valor en libros) o P/E (precio/beneficio por acción) sean altos. Por otro lado, están las compañías catalogadas como Value, se caracterizan por tener bajos múltiplos de valoración.
Hasta ahora había una preferencia por el Growth en cada corrección de mercado, y una tras otra, en todas las ocasiones en las que los mercados corregían con dureza, se volvía a comprar aquellas compañías que se beneficiaban del crecimiento global y de la globalización. El crecimiento que el mundo emergente propiciaba a todas ellas era muy superior al del mundo desarrollado, mercados donde las compañías Value tienen un peso superior. Los múltiplos a los que cotizaban todas estas compañías se habían expandido a lo largo de los últimos siete años de forma explosiva, llegando en muchos casos a superar las 30 veces beneficios. Valga de ejemplo Inditex en el mercado doméstico como valor Growth o de Arcelor Mittal como valor Value Trap.
Parece que algo ha cambiado tras esta última corrección desde mediados del mes de febrero, y los sectores que están liderando las subidas son los sectores más Value, las famosas Value Trap, compañías denominadas así porque pueden parecer baratas al cotizar a múltiplos muy bajos pero sus problemas internos de balance y el ciclo de beneficios en contra no las hacen demasiado apetecibles a priori. La enorme dicotomía en valoración que existía entre las compañías de calidad, casi todas ellas catalogadas como Growth, y las compañías de peor calidad casi todas ellas catalogadas como Value, parece que se ha roto, y ha comenzado lo que algunos denominan la gran rotación. Vender las compañías que han sido refugio durante la crisis (no hay más que ver Apple, Coca Cola, Bayern, BMW…) y comprar aquellas compañías que a pesar de los muchos problemas internos que tienen mostraban valoraciones extremadamente bajas (Arcelor Mittal, Santander, Acerinox) como ejemplos.
Siga leyendo el análisis de José Lizán en el número de mayo de la revista online de mercados financieros TraderSecrets.
(FOTO: FLICKR.COM Dannyqu)