La aceleración del crecimiento de la economía mundial y la estabilidad de la inflación permiten a los bancos centrales volver a ser el centro de atención. En los últimos días hemos contado con una buena dosis de acontecimientos relevantes. El Banco de Inglaterra ha subido los tipos de interés por primera vez en 10 años, el BCE anuncia la reducción de su tamaño de compras mensuales de bonos (APP) y la Fed anticipa una nueva subida de tipos antes de que termine el año, al tiempo que continúa con la reducción del tamaño de su balance. Endurecimiento de las condiciones monetarias que no impacta de forma negativa a los mercados financieros. Por un lado, porque es gradual y no intenso. Y por el otro, porque el ciclo económico (y con él los beneficios), acompaña.
Evolución de los tipos de interés de referencia
Fuente: Bloomberg
En este sentido el FMI vuelve a revisar al alza la previsión de crecimiento para la economía mundial. Aunque la mejora es modesta (una décima para 2017 y otra para 2018) es suficiente para confirmar la tesis central sobre el escenario macroeconómico: este año está siendo mejor que el pasado (crecimiento del 3,6% frente al 3,2%) y en 2018 asistiremos a una aceleración adicional (+3,7%). Ninguna economía relevante está en recesión, la UME alcanza a EEUU en sus tasas de crecimiento (2,0%), Japón confirma que crece a ritmos del 1,5% y el Reino Unido no se ve afectado ni por el momento ni por elevada cuantía de la incertidumbre sobre el Brexit (su PIB crece al 1,7%). Y por parte de las economías emergentes, la pérdida de dinamismo en China es mínima (+6,8% en 2017), la de la India no es preocupante (+6,7%) y Brasil (+0,7%) o Rusia (+1,8%) consolidan su recuperación. Por último, México no sufre de forma considerable por los últimos terremotos y podrá cerrar el año con un +2,1% (aunque esta cifra podría ser revisada a la baja tras la reciente publicación del PIB, peor de lo esperado). En definitiva, las economías emergentes (+4,6%) vuelven a ser el motor del PIB mundial, al que se le han sumado las desarrolladas (+2,2%).
Previsiones de crecimiento económico (Afi, Comisión Europea y FMI)
El foco de riesgo del que se advertía hace dos años, China, parece que no se materializa. La publicación del PIB del 3T17 sigue arrojando la misma señal: muy lenta moderación de las tasas de crecimiento: el avance interanual del PIB es del 6,7%. El foco lo hemos centrado en XIX Congreso del Partido Comunista de China. La renovación de Xi Jinping como Secretario General y Presidente de la República y de Li Quekiang como Primer Ministro, deben favorecer el mantenimiento de los objetivos de duplicar el PIB y PIB per cápita entre 2010 y 2020. Para ello, se necesita un crecimiento de China en torno al 6% para los próximos tres años y no menor a un 6,3% de media. La prioridad debe ser intensificar un rebalanceo del crecimiento y, sobre todo, frenar el aumento del endeudamiento.
Evolución del crecimiento interanual del PIB de China
Las nuevas señales de mejoría en el ciclo económico mundial permiten un saldo mensual positivo en las bolsas. El Nikkei es la más alcista (+8,1%), apoyada de forma adicional por la contundente victoria electoral de Abe, que permite anticipar el mantenimiento de sus políticas fiscales y monetarias expansivas. Similar revalorización del S&P 500 y del Eurostoxx (+2,3%) que en el caso del índice de EEUU permite marcar nuevos máximos históricos, como también sucede con el Nasdaq, que se revaloriza en mayor medida (+3,5%) gracias a los buenos resultados empresariales (pinchar aquí para ver el análisis que hago sobre el Nasdaq). En el Eurostoxx, mejor comportamiento de los sectores vinculados a las materias primas (+4,5%) y peor de la banca (-2%) o Telecomunicaciones (-1%). El sector financiero vuelve a mostrar una estrecha correlación (negativa) con la curva de tipos. Y es que a pesar de los favorables indicadores económicos y del anuncio por parte del BCE de la reducción del importe de las compras mensuales de bonos, hemos asistido a una reducción de tipos de interés. Los tramos cortos profundizan en terreno negativo (la referencia alemana a 2 años en el -0,65%) y los largos siguen extraordinariamente bajos. El Bund a 10 años cierra el mes en el 0,36%, tras ceder 10 pb y mostrarse incapaz, una vez más, de superar la referencia del 0,50%. Reducción de diferenciales en la periferia UME, más intensa en Portugal (-20 pb) que en Italia (-17 pb) o en España (-5 pb). Tarde o temprano los tipos repuntarán, pero es verdad que este posicionamiento (cortos en Bund) es el que peor resultados no está dando en los últimos meses…
Evolución de los tipos de interés de la deuda pública alemana
Fuente: Bloomberg
La cercanía de una próxima subida de tipos por parte de la Fed (diciembre) provoca un nuevo repunte de la curva del USD que, en el caso de la referencia a 2 años (+10 pb), cotiza ya en el 1,62%, un máximo desde que empezó la crisis en 2008. El T-Note a 10 años ofrece un 2,37%, tras repuntar 14 pb. La pendiente 2-10 sigue en un nivel demasiado reducido teniendo en cuenta la posición cíclica de la economía de EEUU. A medida que la Fed reduzca el tamaño de su balance deberíamos asistir a una normalización de la curva, favoreciendo el regreso de la referencia a 10 años a la cota del 3,0%.
Evolución de los tipos de interés de la deuda pública de EEUU
Fuente: Bloomberg
La dispar evolución de las curvas de tipos de interés en EEUU (al alza) y en la UME (a la baja) viene acompañada de una recuperación del USD del 1,5%, hasta 1,17, compensando de esta forma la intensa pérdida de valor de semanas atrás (el cruce llegó a tocar en septiembre la zona de 1,21 después de cotizar a 1,05 en febrero). El cruce podría tener recorrido hacia 1,1500, momento en el que cerraríamos los largos abiertos a finales de agosto en la zona de 1,19 USD/EUR.
Evolución del USD/EUR