Uno no acaba de salir de su asombro cuando escucha los medios de comunicación, a los políticos, a los responsables de instituciones económicas, y a muchos participantes del sector financiero, coincidiendo todos en el mismo mensaje: “La economía americana es resilente y el sistema financiero es robusto y solvente y no hay nada de qué preocuparse”.
Si aun así, por cualquier motivo, alguien intenta poner en duda esta afirmación siempre se recurre a la nueva moda de la inteligencia artificial, capaz de hacer pensar que dicha tecnología disruptiva es la solución a todos nuestros problemas (sólo hay que ver la cotización de los siete magníficos).
Si a pesar de ello alguien se atreve a hablar de un deterioro económico siempre aparece la moda de Wall Street de acuñar palabras rimbombantes como “Soft Landing”. Es otra moda que consiste en nombrar las cosas por otro nombre que suene bien, y que hace ver que lo malo no es tan malo incluso se convierta en algo bueno (es la magia de Wall Street). A las quiebras las llamamos reestructuraciones estratégicas, a los impagos, refinanciaciones y a las temidas recesiones “Soft Landing”. Es importante mencionar que aunque el término es muy utilizado hoy en día nunca ha existido un Soft Landing como tal. La economía cuando se enfría se contrae y lo hace siempre con cierta intensidad.
¿De qué hay que preocuparse entonces se preguntan muchos?
- ¿De una subida de los tipos de interés de 525 p.b.?
- ¿De una reducción de balance de $1 Trillón por parte de la FED y de otro Trillón que está por venir?
- ¿De la mayor reducción de la masa monetaria desde 1933?
- ¿De unos tipos a largo plazo del 4,80% con grandes dudas de la sostenibilidad del déficit público?
- ¿De un ahorro familiar que se encuentra en mínimos de los últimos 30 años?
- ¿De una exceso de deuda por parte de las familias en la financiación de los gastos corrientes?
- ¿De un aumento significativo de los impagos en las tarjetas de crédito y en los préstamos de coches?
- ¿Del reinicio de los pagos de la deuda estudiantil que afectan a 40 millones de ciudadanos?
- ¿De una inflación que crece por encima de los salarios mermando los ingresos reales de los consumidores?
- ¿De unas condiciones crediticias aún más restrictivas que las vividas durante la crisis financiera del 2008 (hipotecas al 7,83% y las tarjetas de crédito al 22%).
- ¿De una tasa hipotecaria que está enfriando y secando el mercado inmobiliario?
- ¿De un nivel de desocupación en oficinas no visto desde 1991 (21%) y con unas refinanciaciones pendientes de $1,5 Trillones?
- ¿De unos bancos regionales que no levantan cabeza con grandes pérdidas en la cartera de Renta Fija, un repricing de los depósitos, unos impagos en el CRE, y una mayor regulación?
- ¿De un mayor número de quiebras que no paran de crecer cada mes?
- ¿De las menores reservas estratégicas de petróleo de los últimos 40 años (cubren actualmente sólo 17 días de consumo)
- ¿De la guerra fría entre USA y China que afecta al comercio mundial y presiona a la inflación?
¿De qué preocuparse si esta vez es diferente y todo está bien?
¡Bienvenido a los mundos de Yupi!