Estrenamos sección con toda la responsabilidad que siempre significa formar parte de un nuevo equipo, con la ilusión de aportar la visión de mercado de Blackbird, con el único objetivo de aportar visión sobre las condiciones generales del mercado y que nos ayude a tomar decisiones de posicionamiento estratégico en el mercado, gracias a los siempre imprescindibles indicadores de amplitud de mercado, los denominados indicadores Market Breadth.
Uno de los principales puntos fuertes de un operador bursátil experimentado, es la capacidad que tiene de ordenar el planteamiento operativo, que como bien sabe, va mucho más allá de determinar las entradas. Según nos explica la teoría de carteras, el 80% del éxito en la inversión bursátil viene precisamente de una correcta asignación de activos, identificada en la política de inversión. Saber qué cantidad podemos invertir en cada activo, en función de nuestros objetivos financieros, marca claramente el primer punto a determinar, si queremos ser responsables con nuestros ahorros. Hablaremos de ello, en otras ocasiones.
Una vez hemos asignado e capital correspondiente a la inversión en renta variable, nos encontramos con el segundo punto fuerte. La psicología, supone el 60% de factor de éxito, según estudios del Dr. Van Tharp, a la hora de invertir en renta variable; tal vez por aquello que nos enseñó Benjamin Graham, en su obra “El inversor inteligente” en su capítulo 8, El inversor y las fluctuaciones del mercado.
Este año hemos asistido claramente a uno de esos ejercicios en los que los mercados de activos han dado razón a los que defienden que el mercado, a veces, es un maníaco depresivo, sujetado por los sentimientos o compromisos emocionales, más que por los condicionantes analíticos y razonables, que tratamos de plantear en Trader Secrets.
Como podemos comprobar, la situación europea ha sido sometida a una volatilidad que no se recuerda en los últimos 20 años, con un mercado que se debate en un amplio rango de un 30% con un nivel de cotización moderadamente alcista (tras el rebote de la semana del 19 de octubre). Esta volatilidad reflejada en un gráfico de vela anual, demuestra lo que ha sido el mercado actual, para la gestión de activos: ¡un reto!
Sin embargo, como decía, el compromiso emocional del trader es claramente un problema a la hora de tomar decisiones y más, en momentos de absoluta volatilidad. El debate que planteamos internamente en Blackbird, es si preferimos operar el momento o el valor. La diferencia en los conceptos es simple, el momento parte en comprar activos en tendencia y fuerza relativa positiva, planteando el argumento que nos enseñó Charles Dow y no es otro que el precio lo descuenta todo.
Siga leyendo el análisis de Marc Ribes en el número de noviembre de la revista online de mercados TraderSecrets.