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11/05/14

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Parar, templar y mandar, por José María Luna

Cartera de Fondos

Señalaba en una ocasión el filósofo y orador de la Antigua Roma Marco Tulio Cicerón: “Es bueno acostumbrarse a la fatiga y a la carrera, pero no hay que forzar la marcha”. Y es lo que proponemos hacer, de cara al mes de mayo; no forzar la marcha y, por tanto, no recomendar aumentar el peso de la inversión en fondos de renta variable en cartera.

La actual coyuntura de los diferentes mercados financieros se fundamenta en un entorno de mayor crecimiento económico mundial frente a años anteriores, tipos de interés excepcionalmente bajos en el caso de los países desarrollados y por una abundancia de la liquidez. La acción de los principales bancos centrales, gracias a sus políticas monetarias acomodaticias, propicia que en los mercados financieros siga habiendo abundante liquidez que, aunque llega con cuenta gotas a la economía real (sobre todo en la europea), lo hace a raudales a la financiera. Por ello, aunque prestemos mucha atención a la macro y a la microeconomía mundial, no debemos obviar ni las decisiones que vayan adoptando los principales Banco Centrales, como el hecho de conocer las actas de sus reuniones y declaraciones de sus gobernadores. En este sentido, y en las últimas semanas, hemos asistido a encuentros muy relevantes por parte de la Reserva Federal norteamericana como por parte de nuestro BCE.

A uno, tras conocer las actas de la última reunión del mes de marzo de la FED y tras escuchar al Sr. Draghi (gobernador del BCE) durante el pasado mes de abril, y sin ser un gran entendido en el arte de los toros, se le vienen a la cabeza (ahora que estamos ante la Feria de San Isidro en Madrid) los tres tiempos de la lidia que tan perfectamente resumía la técnica del toreo del diestro sevillano Juan Belmonte: “parar, templar y mandar”.

Las actas de la reunión celebrada por la FED los días 18 y 19 de marzo, ya con Janet Yellen como presidenta, constataron la firme determinación de este organismo por mantener la política de tapering y dejar los tipos de interés en Estados Unidos en niveles cercanos a cero, aún por un periodo considerable, con el fin de no descarrilar la recuperación económica norteamericana. Algunos analistas y economistas apuntan que la FED pudiera estar actuando “detrás de la curva”. Es decir, que la recuperación económica estadounidense sea más rápida de lo que prevé la FED y esto haga que dicha Institución tenga que actuar antes de lo previsto.

Nosotros no vamos a entrar a especular si el crecimiento económico norteamericano será mayor que el previsto inicialmente (aunque nos alegraríamos si así fuera por el impacto positivo que esto supondría sobre muchas acciones del mercado bursátil estadounidense). Lo que sí juzgamos positivamente es la determinación por parte de la Reserva Federal de ir adaptando su política monetaria en función de los datos económicos que se van conociendo. Esto, en nuestra humilde opinión, es saber mandar y tener templanza pues, como en el toreo… y en la vida misma, la templanza es una clave muy importante. Lo que se busca es adaptar al toro al ritmo que pretende el diestro y llevarlo al sitio deseado.

Claro que si uno analiza la última reunión llevada a cabo por el BCE, la decisión de sus miembros de no adoptar ninguna medida, por ahora, en política monetaria (aunque se muestren dispuestos −por unanimidad− a actuar en caso en que fuera necesario) y tras las palabras de su gobernador -y con los datos de inflación de la zona euro en la mano-, no podemos dejar de preguntarnos: ¿estaremos frente a una institución inconsciente ante el peligro que supondría que la zona euro entrase en deflación? O, por el contrario ¿esta lidia de la situación europea, una vez más (como ya sucediera en julio de 2012) de parar y templar, aporta más equilibrio y credibilidad a nuestro Banco Central? El tiempo lo dirá aunque el riesgo de deflación, para la zona euro, es cada vez mayor.

Por lo tanto, y de cara a las próximas semanas, dos serán los pilares básicos que proponemos a la hora de invertir en renta variable:

  • Cautela o prudencia pues, como señalaba en su día el filósofo de la antigua Grecia Epícteto: “La prudencia es el más excelso de todos los bienes”.
  • Ser muy selectivos con las inversiones en bolsa. Para ello, nos centraremos en bolsa europea y norteamericana (vía fondos puros, globales y mixtos) de gestión activa y productos de “autor”.

La cautela no se debe a que, como se suele decir, veamos por todos lados cisnes negros en el horizonte (eventos inesperados de cualquier tipo, ya sean económicos, políticos, etc, que tengan una transcendencia importante sobre los mercados)… aunque, no lo vamos a negar, nos preocupa la tención creciente en Ucrania. Más bien, se debe a que las valoraciones en bolsa ya están bastante ajustadas. E insistimos una vez más, no hay gangas en los mercados bursátiles de países desarrollados.

Recomendar ser selectivos nos lleva a proponer que la inversión en fondos de acciones se materialice en aquellos mercados en los que, sin estar ya baratos, es donde vemos aún mayor visibilidad en cuanto a expectativas de rentabilidad. Por ello, nos centraremos en Europa y Estados Unidos, principalmente, y a través de fondos gestionados por “artistas de la gestión” capaces de localizar aquellas oportunidades −o “joyas de la inversión”− en un entorno como el actual en el que, si los beneficios empresariales reputaran, podríamos seguir viendo subidas de sus cotizaciones.

Centrándonos ya en las carteras que recomendamos para el presente mes, ¿qué estrategia sugerimos para un inversor de perfil de riesgo conservador?:

a) En primer lugar, seguiremos proponiendo mantener un peso relevante de la cartera en fondos monetario euro que inviertan una parte importante de su cartera en depósitos de entidades financieras españolas. En este sentido, y como “reserva de liquidez”, continuaremos sugiriendo fondos como Gesconsult Corto Plazo y Aviva Corto Plazo. La rentabilidad (TAE) que este tipo productos está logrando, en lo que va de año, supera tanto a la ofrecida por la inmensa mayoría de depósitos bancarios de entidades bancarias, así como a la rentabilidad de muchos de los productos de moda: “fondos con rentabilidad objetivo”.

b) En segundo lugar, recomendamos que una parte de la cartera esté invertida en fondos de renta fija europea. En concreto, proponemos centrarnos en dos tipos de fondos (para el caso de un inversor de perfil conservador):

Puede seguir leyendo el artículo de José María Luna en el número de mayo de la revista online TraderSecrets.

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