Ponerse corto en valor temporal

El pasado 19 de junio señalaba aquí que los mercados tienden a sobre estimar la volatilidad, por lo que tiene sentido venderla. Y una de las mejores formas de hacerlo es mediante la venta de opciones CALL o PUT. Para ilustrarlo, comentaba la operativa desarrollada entre marzo y mayo que, con vencimiento en junio, generó beneficios netos. En algunas CALL vendidas perdí dinero (el Eurostoxx 50 cerró por encima del breakeven, esto es, strike más prima) pero en la mayoría gané. Hoy quiero avanzar un poco más en la explicación de la operativa con opciones, de nuevo con un caso real, en la que se obtienen beneficios sin necesidad de esperar al vencimiento. Es decir, trading con opciones.

Evolución del Eurostoxx y de la prima de la CALL

Fuente: Bloomberg y elaboración propia

El 17 de marzo, cotizando el Eurostoxx 50 en 3.450 se venden opciones CALL sobre el Eurostoxx 50 con strike en 3.550 y vencimiento septiembre, cobrando una prima de 84,4 puntos. De esta forma, el breakeven o punto muerto (momento en el que empiezo a perder dinero) se sitúa en 3,634,4 puntos. Es decir, para incurrir en pérdidas, el Eurostoxx debe revalorizarse un 5,3%.

A partir del momento de la venta (ver gráfico, la línea naranja) el Eurostoxx comienza a subir, arrastrando al alza la prima de la CALL (línea blanca). Con el índice en 3.650 a mediados de mayo, la prima cotizaba en 160 puntos. Dado que estaba corto a un precio de 84,4 puntos, estaba sufriendo una pérdida de 75,6 puntos (para convertirlo a euros hay que multiplicarlo por el multiplicador -10- y por el número de CALL vendidas). Pero a partir de ahí comenzó la corrección del Eurostoxx que, en cuestión de dos meses, regresó a los niveles de partida de mi trade.

Dos meses de alzas, dos meses de caídas, saldo neto nulo: combinación perfecta para la estrategia. Obsérvese cómo la prima cae hasta 21,90 puntos por lo que, sin esperar hasta el vencimiento, el 24 de julio opto por comprar las CALL o, lo que es equivalente, por cerrar la posición corta y consolidar así el beneficio. Podría haber esperado más tiempo dado que, con el Eurostoxx por debajo del strike (3.445 vs 3.550) el paso del tiempo me beneficia. Es decir, si el índice no cambia, a medida que se acerca el vencimiento (22 de septiembre) la prima cae. Y lo hace a mayor ritmo si cede el Eurostoxx (tengo delta negativa) o la volatilidad (tengo vega negativa) pero preferí cristalizar la plusvalía por si el índice o la volatilidad comenzaban a subir.

Otra explicación más técnica.

Como es sabido, el valor de la prima es el resultado de sumar el valor intrínseco y el valor temporal. Dado que a mediados de marzo el Eurostoxx estaba en 3.450 y el strike era 3.550, la CALL tenía un valor intrínseco de 0,0. Todo el valor de la prima (84,4) era valor temporal, esto es, probabilidad de que el Eurostoxx subiera en los seis meses restantes hasta el vencimiento. Pasan dos meses y sin cambios netos en el Eurostoxx (se mantiene en 3.450) la probabilidad de que el índice suba hasta septiembre es menor (¡aunque sólo sea porque ahora solo quedan dos meses!). Así pues, con un valor intrínseco que sigue siendo 0,0, el valor temporal cae a 21,90 puntos. En definitiva, vendí valor temporal en marzo a 84,4 y lo compré cuatro meses después a 21,90. Vendí probabilidad de subida del Eurostoxx (vendí un trozo de la función de distribución, en concreto, de la cola izquierda) y la compré meses después. En conclusión, en los mercados financieros podemos comprar y vender probabilidad, un activo que, si se gestiona bien, aporta alfa a las carteras.

@david_cano_m

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