En la cumbre celebrada en Busan de Corea del Sur, Xi Jinping y Donald Trump alcanzaron un acuerdo de alto nivel para poner en pausa ciertas tensiones comerciales y tecnológicas, al mismo tiempo que se comprometieron a cooperar en áreas estratégicas como los minerales de tierras raras, los productos agrícolas, y el control del tráfico de fentanilo.
Aunque no se trata de un tratado completo, el pacto busca estabilizar las relaciones entre ambas potencias y dar un margen de maniobra de aproximadamente un año para renegociaciones futuras.
Puntos del acuerdo alcanzados:
- China acuerda retrasar durante un año la aplicación de nuevas restricciones a laexportación de ciertos metales de tierras raras y/o productos relacionados con ellos.
- EEUU se compromete a reducir sustancialmente sus aranceles relacionados con el fentanilo y otros aranceles “de guerra comercial”, lo que implica una rebaja del gravamen sobre productos chinos.
- China reanuda/destinada a relanzar la compra de soja estadounidense (“soya beans”), lo cual representa un compromiso para reactivar las importaciones agrícolas desde la otra parte.
- Ambos países acuerdan suspender durante un período de un año (renovable) medidas recíprocas de tarifas adicionales, contramedidas, o cargos portuarios que habían sido implementados como parte del conflicto comercial.
- Se comprometen a cooperar en la lucha contra el tráfico ilícito de fentanilo y sus precursores, con China prometiendo intensificar acciones de control y monitorización.
- Las partes acuerdan retomar el diálogo futuro, con visitas planificadas: Donald Trump visitará China en Abril de 2026, y Xi Jinping visitará EEUU posteriormente.
- Aunque no se trata de una solución completa a las tensiones tecnológicas o de mercado, ambas partes convienen en centrar su relación en los beneficios a largo plazo de la cooperación, en lugar de caer en un ciclo de represalias.
Implicaciones principales:
- El acuerdo confirma un alto el fuego temporal en la guerra comercial/tecnológica, más que un tratado estructural.
- Da margen para que las empresas y mercados se adapten ante una meno incertidumbre.
- China conserva palancas estratégicas (tierras raras) al pactar sólo un aplazamiento.
- La parte occidental obtiene un alivio temporal y ve una reactivación de exportaciones agrícolas.
- El plazo de un año implica que ambas partes deberán volver a negociar o revisarlos términos, lo que deja abierta la posibilidad de nuevos conflictos si no se logran avances adicionales


