Una crisis de liquidez que podría derivar en una crisis de solvencia

Un banco entra en dificultad básicamente por dos motivos: por falta de liquidez o por falta de solvencia.

La actual situación de algunos bancos regionales obedece a un problema de liquidez. La salida masiva de depósitos (ver grafico adjunto), unido al desfase entre la exigibilidad de los depósitos a la vista y la falta de liquidez por inversiones realizadas en deuda pública y préstamos a largo plazo, ha provocado que muchos bancos regionales se vean en la extrema necesidad de tener que pedir financiación de emergencia a la Reserva Federal para atender las solicitudes de retiro de sus depositantes. Estas tensiones de liquidez han quedado de momento solventadas en el corto plazo con el apoyo de la FED.

 

Sin embargo estas líneas de financiación ni son a largo plazo ni son gratis.

Lo que empezó siendo un problema de liquidez podría convertirse ahora en un problema de solvencia. Algunos bancos regionales empeorarán sus cuentas de resultados incluso podrían entrar en pérdidas, al sustituir lo que hasta ahora era una fuente de financiación prácticamente gratis, por un dinero facilitado por la FED al 5% y unos clientes cada vez más exigentes en la remuneración a recibir de sus depósitos.

Al menor margen financiero habrá que sumarle que algunas entidades tendrán que reestructurar parte de su balance vendiendo activos. El momento para vender estos activos no podría ser peor y su venta podría llevar aparejada pérdidas importantes producidas por:

  • El menor valor de la cartera de renta fija como consecuencia de la subida de tipos de interés (ver gráfico con la evolución de los precios de los bonos).

  • Gran parte del balance de los bancos regionales, tal y como figura en el gráfico adjunto, se encuentra invertido en préstamos inmobiliarios comerciales (oficinas y locales comerciales). En este segmento dada la baja ocupación a raíz del COVID, los cambios en los hábitos de compra, y los altos tipos de interés, se espera que los impagos aumenten significativamente impactando negativamente en la cuenta de resultados.

 

Cualquier pérdida que se produzca deberá ser absorbida con capital dejando a algunas entidades en una situación compleja al poderse quedar con un capital regulatorio inferior al exigido.

Las crisis bancarias a veces comienzan con crisis de liquidez pero derivan posteriormente en crisis de solvencia.

La presión a la que estará sometida la banca regional en sus cuentas.de resultados la iremos conociendo en los próximos meses. Serán estas cuentas el verdadero termómetro a seguir para confirmar si finalmente la crisis de liquidez deriva o no en una crisis de solvencia.

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