Una economía es sana cuando funciona por sí sola y no necesita de ningún estímulo o ayuda. La economía americana a principio del año 2000 y más concretamente tras la crisis financiera del 2008 se ha vuelto adicta a los continuos estímulos monetarios de la FED y al gasto público por parte del Estado. Si se retiran estos estímulos la economía colapsa. El modelo se sustenta en continuas ayudas del Estado e inyecciones monetarias por parte de la FED para mantener a flote el barco.
En los tres últimos años la FED incrementó su balance en $5 Trillions comprando todo tipo de activos y alterando la valoración de los mismos. En el caso del Estado aumentó la deuda pública en $8 Trillions algo nunca visto hasta la fecha inundando de liquidez la economía y generando a la postre el problema de la inflación.
Una economía sana y con crecimiento orgánico necesita de un Estado que no intervenga y se preocupe sólo de garantizar aquellos servicios básicos y necesarios que no son rentables por sí mismos. De igual forma que de un Banco Central que no intervenga el mercado y actúa sólo como prestamista de última instancia en caso únicamente de estricta necesidad. Los verdaderos sustentos de la economía son el crecimiento poblacional, los aumentos de productividad, la formación, la tecnología, la innovación, y la inversión entre otros, y no la intervención del Estado o el Banco Central.
La economía americana lleva años adicta a todo ese dinero fácil y barato que parece llover del cielo y que ha llevado a que cada vez se necesiten de mayores estímulos para poder mantener su crecimiento económico. Después de tantos años de intervención estamos asistiendo a una continua distorsión de los mercados financieros. El mercado se ha mal acostumbrado hasta el punto que ante cualquier problema que pueda surgir, la FED o el Gobierno con políticas fiscales expansivas se esperan que estén ahí para encontrar una solución. Esto implícitamente lleva al mercado a infravalorar y menospreciar los problemas o riesgos que se van generando llevándolo artificialmente a una situación de autocomplacencia como la que vivimos actualmente.
De hecho aunque los datos macroeconómicos anticipen una recesión y estemos inmersos en un entorno económico complicado, el mercado descuenta un escenario claramente optimista.
Las subidas bursátiles experimentadas estos meses se basan en descontar que:
- La economía elude la recesión.
- El empleo permanece fuerte y los salarios sustentan la pérdida del poder adquisitivo como consecuencia de la inflación.
- Los beneficios empresariales permanecen elevados soportando cotizaciones elevadas.
- La FED pausará su política monetaria restrictiva a medida que la inflación vaya remitiendo.
¿Es viable este escenario?
En mi opinión No. Si la economía elude la recesión y el empleo permanece sólido la FED no tendrá argumentos para bajar los tipos. Preferirán mantenerlos altos y guardar dicha bala para cuando la economía presente síntomas de debilidad. Con los tipos altos será sólo cuestión de tiempo que la economía se deteriore. O la economía se enfría ahora como parece ser o lo hará más adelante por los altos tipos de interés. Uno u otro escenario pasa por sufrir un periodo de contracción económica que ayude a controlar la inflación. El mercado como ha venido siendo habitual prefiere obviarlo y fantasear con nuevos estímulos que puedan solucionar cualquier problema que pueda surgir.
El paciente se encuentra cada vez más enfermo y depende cada vez más de su dosis.