A este paso, 2016 va a ser un ejercicio que usaremos para explicar no sólo qué es la volatilidad en los mercados financieros, sino también cómo en apenas unas semanas pueden cambiar las perspectivas del entorno económico. Y es que en los primeros días de febrero el diagnóstico que se podía extraer de las cotizaciones era una cadena de riesgos sistémicos que amenazaban con meter a la economía mundial en recesión: China, petróleo, bancos europeos. El arranque del Eurostoxx en 2016 fue el peor de la historia (ver gráfico 1). Pero desde entonces estamos asistiendo a una recuperación de los precios de los activos financieros de no menor intensidad, aunque, de nuevo cumpliéndose la regla: en las subidas la volatilidad es menor que en las caídas de los precios. Es decir, cuando el mercado está en una corrección se alternan sesiones de alzas y bajas (más frecuentes las segundas que las primeras) de mayor magnitud que la que se observa en la recuperación, momento en el que, lógicamente, contamos con más jornadas de revalorización que de caídas, pero la cuantía de los movimientos es más reducida. El sesgo procíclico de la volatilidad de los mercados financieros.
Gráfico 1. Evolución anual de índice Afi fondos de inversión RV Euro
Pero regresemos al entorno económico y actualicemos los factores de riesgo sistémico y los acontecimientos relevantes que explican el cambio de estado en los mercados (de Risk off a Risk on).
Esquema 1. Factores de riesgo sistémico
Fuente: Elaboración propia
China. Estamos ya a finales de abril y las previsiones para el avance del PIB no se modifican sustancialmente respecto a las que teníamos en otoño del año pasado: crecimiento en la zona del 6,5%. Las autoridades económicas y monetarias han utilizado parte del margen de actuación con el que contaban y parece que el efecto sobre el dinamismos económico ha sido positivo.
Siga leyendo el análisis de David Cano en el número de mayo de 2016 de la revista online de mercados financieros TraderSecrets.
(FOTO: FLICKR.COM Cerro Mijares)