Que el euro cierre 2013 cotizando en su zona de máximos anuales frente al dólar, yen o dólar australiano refleja en sí mismo la dirección de su tendencia actual. En algún caso de forma progresiva, como en su cruce frente al dólar, con varios capítulos de acción-reacción (tramo al alza seguido de su correspondiente movimiento de ajuste) durante los últimos meses; en otros, la apreciación se viene produciendo de forma constante y prácticamente vertical, como frente al yen o dólar australiano. Y es que el euro iba a desaparecer… Pero, en cualquier caso y con independencia del formato, tendencia alcista o fortalecimiento del euro, si lo prefieren. Capítulo aparte sería debatir y valorar si se trata de fortalecimiento del euro o debilidad del resto de divisas.
Así ha finalizado 2013 y ese es el contexto que 2014 hereda y en el que, mientras no haya un cambio de las estructuras actuales, podría prolongar los respectivos desarrollos alcistas del euro, que en el caso de su cruce frente al dólar enfrenta el techo de su canal de largo plazo en 1,3950-1,40 dólares. Obviamente, salvo que detectemos razones para pensar en contra… En el caso del EURUSD, una de esas razones podría ser ver al precio cotizando por debajo del último mínimo relativo marcado, 1,3620, en la recta final de 2013. De darse este hecho, tendríamos que interpretarlo como señal de fallo, al menos a corto plazo, en el intento por avanzar más allá del máximo previo (zona 1,3830) tras la dilatación observada hasta 1,3892 dólares. Solo entonces empezaríamos a valorar opción de cambio en el actual sesgo alcista de medio plazo.