Mes de ida (continuación) y vuelta para la renta variable norteamericana que registró nuevos máximos de los últimos 13 años en los índices tecnológicos de referencia (Nasdaq 100, Nasdaq Composite e índice de semiconductores del Filadelfia). Los índices tradicionales (S&P 500 y DJIA) no acompañaron mostrando los primeros síntomas de debilidad (cansancio) en el movimiento, que no olvidemos, acumula ya, cerca de 5 años.
Los nuevos altos en la tecnología vinieron de la mano del índice de semiconductores de Filadelfia (.Sox) que se quedó a un 2 % del nivel del que tanto les hemos hablado desde TraderSecrets; los 560 puntos. Dicha zona es clave y de orden mayor por ser una resistencia multianual. El techo subprime, sin ir más lejos, partió desde ahí.
Varias han sido las veces que nos hemos manifestado públicamente contra esa necesidad generalizada de querer encontrar un techo en la renta variable estadounidense, máxime cuando se quiere adecuar por técnico lo que ciertas voces aparentemente autorizadas ven por macro. Operativamente es contraproducente e intelectualmente no deja de ser un ejercicio agotador y desquiciante por la imposibilidad del mimo. Determinar sin embargo un punto de giro potencial, que no un techo, es algo muy diferente y necesario que nada tiene que ver con lo anterior. Y en estas nos encontramos…
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