2015 no va a ser un buen año para los países emergentes LATAM. Al menos eso creemos nosotros. Los motivos son evidentes: las materias primas están sufriendo un desplome consecuencia del enfriamiento de la demanda mundial, fundamentalmente de China. En un mundo con crecimientos débiles a nivel generalizado, donde la oferta de materias primas es muy superior a su demanda, la consecuencia es directa: el precio cae. El argumento es sencillo pero aplastante, no hay más que ver los gráficos de CRB Índex, GS Commodities, Baltic Dry Index para darse cuenta que algo importante hay detrás de esos movimientos.
CRB INDEX: Fuente FACTSET
BALTIC DRY INDEX: Fuente FACTSET
GOLDMAN SACHS COMMODITIES INDEX: Fuente FACTSET
No descubro nada al comentar algo que a oídos de todos es más que evidente. Pero, ¿cuál es la segunda derivada de las fuertes correcciones en las materias primas?
La segunda derivada es que la actividad cae, el PIB de los países exportadores se ralentiza y por ende los ingresos públicos de esos países se ven mermados, por lo que equilibrar ingresos y gastos públicos con un shock tan brusco y rápido, va a generar importantes desequilibrios en sus economías por el lado de gasto público. A su vez, sus agentes económicos muy vinculados a dicho ciclo de materias primas, también sufren las consecuencias del parón de demanda y de vender a precios más bajos los volúmenes que venden. En economías como Rusia, Irán o Venezuela es más que evidente este hecho y ya estamos viendo las consecuencias. Pero, ¿qué pasa con los dos gigantes del continente, México y Brasil? ¿Van a ser capaces de aguantar sostenidos por la demanda interna y el desarrollo en otros sectores? Nosotros creemos que es muy difícil que pasen indemnes estos shocks, sobre-todo por la brusquedad y rapidez de los mismos. En la historia no se ha producido un shock tan abultado de materias primas sin que tenga consecuencias para los países exportadores. Si bien es verdad el grado de desarrollo de estas economías es muy superior al visto décadas atrás, y la vulnerabilidad se ha reducido, pero no eliminado. También parte de cuadros macroeconómicos más sólidos, con déficits públicos ajustados y economías con un grado de desarrollo mayor que el visto en el pasado. Además, la lucha contra la inflación ha sido un problema al que se han enfrentado las autoridades monetarias de dichos países, y hay margen de maniobra para aplicar estímulos monetarios en un futuro si hiciera falta, por lo que cuentan con cierto alivio monetario en caso de ser necesario.